María teresa Dova, especialista en física de alta energía, dirigió el equipo argentino dedicado al ATLAS, uno de los detectores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) más conocido como "La máquina de Dios", un trabajo que hoy aglutina a unos 5.000 especialistas de todo el planeta y pretende dar a conocer los orígenes del universo. “La Maquina de Dios” es un anillo de 27 kilómetros de circunferencia situado a unos 80 metros bajo tierra, entre la frontera de Suiza y Francia. “Para nosotros, los científicos, es sumamente importante cuando desde las instituciones miran e interesan por las actividades que realizamos día a día”, afirmó la científica. También agradeció a los senadores presentes, Gustavo De Pietro y Juan Pablo Allan, y a todo su equipo de trabajo. “Cuando –el reconocimiento- viene desde las instituciones, muy rápidamente se transmite a la sociedad y ella se interesa en nuestras actividades”, sostuvo la científica platense que desde 1990 investiga experimentos en el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas). Sobre el epílogo, Dova afirmó que la curiosidad científica “es lo que nos lleva a la búsqueda del conocimiento, que es que lo que hace que la civilización avance”.