Hasta hace escasos veinte días atrás la preocupación era cómo elaborar protocolos para recibir a nuestros visitantes, cuidando la salud siempre en el marco de hospitalidad turística que caracteriza a Pinamar.

Pero ahora el problema no es solo cómo controlar a los visitantes del AMBA o cualquier parte del país. Ahora el compromiso es bajar rápidamente los contagios en el distrito porque esta no es una buena señal para promocionar el destino, tampoco para preservar la vida propia.

Lamentablemente debo expresar que en una recorrida por la ciudad me decepcionó ver mucha gente haciendo caso omiso del compromiso de uso del tapaboca, distancia de aislamiento, higiene con uso de gel en sus comercios, justo despreciando la única herramienta que tenemos para restringir los contagios.

Estoy seguro que más allá de la importancia de sostener nuestro recurso principal que es el turismo, también debemos preservar la vida. Es cierto que el virus tiene una mortalidad cercana al 2%, pero también estoy seguro que ninguno de nosotros quiere tener familiares, amigos o conocidos dentro de ese porcentaje. No infringir las normas es decisivo: Usa tapabocas, mantener distancia de aislamiento, lava tus manos frecuentemente y no salgas si no hay necesidad de hacerlo.