12/11/2025 - ECONOMÍA LA FALTA DE HACIENDA, LA PRESIÓN EXPORTADORA Y LA DEMANDA FIRME IMPULSAN NUEVAS SUBAS EN EL PRECIO DE LA CARNE
El precio de la carne vacuna volvió a escalar y ya impacta en las góndolas y carnicerías. En las últimas dos semanas, los valores minoristas aumentaron entre 8 % y 12 %, y en algunos cortes populares el alza supera el 15 % respecto de octubre. Sin embargo, las ventas no ceden: los consumidores continúan comprando, convalidan los nuevos valores y consolidan una tendencia que se repite cada fin de año, cuando la demanda se acelera y la oferta de hacienda se reduce. ....LEER MÁS ...
En el Mercado Agroganadero de Cañuelas, los precios del ganado en pie muestran una firmeza que pocos recuerdan. Los novillos pesados se pagaron hasta $4.200 el kilo vivo, y las hembras de 480 kilos alcanzaron los $3.850, en un contexto de menor disponibilidad de animales y competencia creciente entre frigoríficos, matarifes y exportadores. Al respecto, el vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes (CAMyA), Sergio Pedace, explicó a Ámbito: “Esto es oferta y demanda, pero realmente la demanda está siendo importante, sobre todo a nivel internacional. Los exportadores quieren seguir colocando el mayor volumen posible, y eso agrega presión sobre el precio del novillo y de las vaquillonas”.
Esa puja se suma a un escenario ya tensionado por la escasez estructural de hacienda, consecuencia de un ciclo climático adverso que se extendió durante tres campañas. Miguel Schiaritti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), recordó en diálogo con este medio que “la sequía del 2023 fue la más grande que recuerde y nos hizo perder el 3 % de los ganaderos, además de cerca de 200.000 terneros”. A esa pérdida se sumaron las inundaciones de 2024 y las de este 2025, que afectaron más de cinco millones de hectáreas y complicaron la parición en las zonas ganaderas. De hecho, “hoy todavía hay vaquillonas pariendo en el agua, lo que reduce aún más la oferta justo cuando más se necesita”.
El resultado es un mercado con menos hacienda disponible y precios en alza. Schiaritti explicó que además de todo esto, el negocio de los feedlots volvió a ser atractivo, ya que “comprar un novillito de 360 kilos puede ser más rentable que un ternero liviano, porque se paga menos y se lo termina en 90 días. Con valores del novillo entre $4.000 y $4.200 el kilo vivo, la ecuación cierra. La oferta es chica, llega fin de año, y las fiestas siempre empujan los precios. Es el combo perfecto para que la carne aumente”.
En la misma línea, el analista Víctor Tonelli sostuvo que el incremento de las últimas semanas “no se explica por la inflación sino por el faltante real de oferta”. Según sus registros, un novillo pesado se pagó entre $4.150 y $4.200 el kilo vivo, lo que equivale a más de $7.300 el kilo de res. “Si a eso se le agregan los márgenes del frigorífico y del matarife, la suba en el mostrador es inevitable”, afirmó. En diálogo con Ámbito, Tonelli señaló además que el contexto forrajero favorece la retención de animales y que la reciente baja de tasas de interés permitió reactivar el crédito productivo: “el ganadero vuelve a contar con una herramienta que no tenía, y eso cambia las decisiones comerciales. Lo que esperábamos para más adelante ya ocurrió: el precio del ganado subió entre 12 % y 13 % en apenas dos semanas”.
El factor estacional, la presión exportadora y la escasez interna conforman, según los especialistas, un combo de alta intensidad. Por un lado aparece la clásica dinámica de oferta y demanda amplificada por el apetito internacional, pero por el otro es imposible evitar mencionar el caótico costado estructural que conlleva una menor cantidad de hacienda en un contexto de sequía e inundaciones. Aún así, con muchas cosas en contra, la producción encuentra margen y financiamiento para sostener precios firmes.
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