Mientras la política y la sociedad debaten qué hacer frente a los discursos de odio que fomentan a grupos como la “banda de los copitos” a convertir sus amenazas en acciones violentas directas, este lunes volvieron a asesinar a una persona en situación de calle con el fuego como arma letal, en un nuevo caso de aporafobia, como se conoce en todo el mundo al rechazo y la discriminación hacia los más pobres.


El asesinato se produjo en la madrugada de este martes, según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño a Diagonales. El parte de la Policía de la Ciudad da cuenta de que la víctima es un hombre de 66 años que vivía en una casa rodante en el barrio de Mataderos. Este medio pudo averiguar que su nombre era Daniel Bidegain y que era conocido por los vecinos de la zona con el apodo de “Chiqui”.


El asesinato se produjo con el uso de fuego como arma letal. “Se logra visualizar por línea de tiempo a un masculino retirándose del lugar, descartando un elemento incendiado (posiblemente con el que habría iniciado el foco). El mismo se retira por calle Larraya (calle carente de cámaras de Ciudad)”, específica uno de los informes sobre el hecho que ya investiga como homicidio el Juzgado Nacional Criminal y Correccional 1 a cargo del Dr. Spupski.



 


“Personal de Bomberos de la Ciudad y de la Comisaría Vecinal 9 A de la Policía de la Ciudad se desplazaron esta madrugada hasta la avenida Eva Perón y Fonrouge, por un llamado al 911 que alertaba sobre el incendio de tres vehículos. Rápidamente Bomberos atacando el fuego con una línea de 38 milímetros que había abarcado la totalidad de un Ford Escort y un Jeep Estanciera y parcialmente a un utilitario Fiat Fiorino. Controlada la situación y disipado el humo Bomberos halló una persona sin vida dentro de la Estanciera”, describe el parte de la Policía porteña.


No es la primera vez que una persona en situación de calle muere producto de un ataque de odio con el fuego como arma. Ya este año sucedió un hecho similar en Pompeya, y en el invierno de 2020 mataron a una mujer en el bajo autopista de Constitución. También hubo otros intentos de asesinato que no llegaron a concretarse, no sólo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en las principales ciudades del país.


De acuerdo a un informe de la Asamblea por los Derechos de las Personas en Situación de Calle, fallecieron unas 70 personas en situación de calle en el último año, de las cuales 14 fueron por crímenes de odio.


El informe surge del Registro Unificado de Violencias (RUV) en el que las organizaciones sociales y civiles que forman parte de la Asamblea vienen trabajando desde hace largos meses. De hecho, impulsaron un amparo vía la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el objetivo de que el Gobierno porteño cese con los operativos violentos en las ranchas de la Ciudad, que obtuvo un fallo favorable de primera instancia a principios de este mes en el Fuero Contencioso Administrativo.


Las organizaciones mapearon cada una de las muertes en las principales ciudades del país. En la capital federal muere una por mes, en promedio.


El informe también da cuenta de 38 situaciones de violencia social, 21 situaciones de violencia institucional y otras 66 situaciones de violencia estructural. La violencia, como se ve, no es cosa de un loco suelto o de un grupo de loquitos.