En tanto, la Canasta Básica Alimentaria, que solo calcula la comida mínima para la subsistencia y marca la línea de la indigencia, aumentó 1,1% en noviembre, por lo cual un adulto necesitó ingresos por más de $142.149 y una familia tipo $439.240 para no ser indigente.
La diferencia en la suba de ambas canastas se debe a la incidencia de los precios que incluye la CBT como vestimenta, transporte, educación y salud.
De estos ítems, educación registró el mayor incremento mensual del mes, en 5,1%; transporte 3,4%; y salud 2,9%.