A lo largo del libro, la periodista traza un recorrido hacia dos puntas de un mismo rollo. Por un lado, da cuenta de los triunfos de las mujeres en los últimos tiempos y cómo esto ha modificado la manera de crear los vínculos. Por el otro, no se queda solo en los logros y plantea nuevas problemáticas.

La periodista no solo habla desde su voz autorizada sino que, como lo indica su profesión, aporta datos de informes, libros y ensayos que han investigado cada uno de los temas. Además, el libro cuenta con citas de autores como Camila Sosa Villada, Mona Chollet, Juan Sklar y Bell Hooks.

La obra de 194 páginas está compuesta por nueve capítulos, los cuales en su interior contienen diferentes subtítulos. Entre ellos se destacan: “La tóxica es tóxico”, “No es amor lo que sangra”, “Los propietarios del amor”, “Digan clítoris”, “Las amigas son el nuevo amor”, y “Es el amor, estúpido”.

“Nos imaginamos muchas cosas del siglo XXI. Que los autos iban a volar. Y ni caminan por los embotellamientos. Que las dictaduras iban a naufragar. Y navegan como si hubieran sido electas (o son electas). Que la facilidad para tener sexo iba a permitir sexo fácil. Y se complicó. Que el amor sin obligaciones iba a ser más placentero. Y derrapó”.

El mandato del amor

“El amor tal como estaba diagramado para las mujeres era una trampa en la que teníamos que dar nuestro tiempo, dinero, pasión y deseo a un modelo que nos oprimía”, asegura Peker al final del primer capítulo.

Para la escritora, las mujeres hoy tienen más deseo que amor, pero igual desean amar y ser queridas; en ese sentido, la periodista habla del amor pero sin perder de vista el deseo.

En cada ensayo se pueden encontrar datos, reflexiones, casos particulares e historias conocidas en los medios. A su vez, en este trabajo están presentes sus libros anteriores cuando habla de las cifras de la desigualdad, el trabajo no remunerado, la violencia de género y el derecho al goce.

En un recorrido minucioso, la autora toca temas como la violencia de género, el avance de la derecha, el amor libre; la “vidriera” que implica la exposición en las redes sociales, y hasta el orgasmo femenino. Por otro lado, menciona cómo los cambios de los feminismos también modifican a los hombres, los cuales ya no tienen la exigencia de ser proveedores ni amantes ardientes, pero, ahora, tampoco quieren comprometerse.

“Ser feminista no implica instalarse arriba de una montaña para demostrar independecia absoluta, sino pelear por los deseos, asumir que son condicionados y luchar para que las otras tengan más derechos”, escribe Peker. A su vez, agrega que “ser feminista es una decisión de vida para que ninguna quede atrapada en una vida que no eligió”.  

¿El amor es o se hace? se pregunta cómo el amor también depende del contexto, la cultura, el crecimiento y el trabajo más allá de las personas involucradas. El texto indaga sobre el desencuentro después del cuestionamiento y de cómo las mujeres tienen que elegir entre el amor o el poder, mientras que los varones no tienen que enfrentarse a esa elección porque siempre tienen poder.

De filosofía y deconstrucción

El libro cuenta con el prólogo del filósofo Darío Sztajnszrajber, con quien Peker realizó el ciclo de charlas Deconstruir el amor. “Luciana apuesta por el reencuentro. Desarmar lo que estaba mal armado para armar lo nuevo desde un lugar más justo, igualitario y sensible», escribe el filósofo.

En el prólogo, Darío nos invita a repensar la idea misma de deconstrucción. Para el filósofo, la pregunta de este libro no es cómo reencontrarnos con el otro luego de la deconstrucción sino cómo hacerlo durante ese proceso. En ese sentido, explica que “no es que llegamos a una zona de libertad y ahí redefinimos nuestro vínculo con el otro, sino que en la medida en que la deconstrucción se ejerce, podemos vincularnos con el otro desde otro lugar”.

En la misma línea, Sztajnszrajber argumenta que “apostar a la deconstrucción del amor es apostar a una desestabilización de esa seguridad”. A partir de allí: “emerge un tipo de amor que envuelto en sus aporías se vuelve más salvaje, más desnudo, más incierto y más arriesgado”.

Luciana, la periodista feminista

Luciana es periodista y escritora especializada en género, trabajó en el suplemento Las/12, de Página/12 y fue columnista en The New York Times, Washington Post, El País, ElDiario.Es, y Anfibia. Además, entre sus libros se encuentran: La revolución de las mujeres no era solo una píldora (2017); Putita Golosa, por un feminismo del goce (2018); La Revolución de las hijas (2019); y Sexteame. Amor y sexo en la era de las mujeres deseantes (2020).

Semanas atrás, Peker contó en el programa de radio “Pasaron Cosas” que, debido a la persecución que vive desde hace meses, decidió irse del país. “Me voy porque durante todo el año hablamos de que estaba amenazada por mi trabajo, por denunciar abuso sexual”, afirmó Peker.

Según una investigación de Amnistía Internacional, una de cada tres mujeres en Argentina fue objeto de violencia en las redes sociales con el debate sobre el aborto como argumento y, para muchas, la violencia de género digital actúa como una mordaza. A su vez, casi un tercio de las periodistas que participaron en un estudio de la UNESCO declararon autocensurarse en las redes sociales por miedo a las agresiones.