Según datos del Ministerio de Economía, hasta el primer trimestre de 2023 la economía logró mantener el crecimiento, con una expansión interanual de 1,4%. Al mismo tiempo, el empleo registrado acumula 36 meses consecutivos de crecimiento en el segmento privado, en base a cifras del Ministerio de Trabajo a partir de datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).

Pese a estos indicadores, aumentó el porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza que alcanzó el 40,1% y, como consecuencia, la desigualdad social. "En el mercado laboral argentino se crea trabajo, pero es precario o de baja calidad”, agregó Poy. 

Las razones de esta tendencia pueden encontrarse, según el investigador, en las consecuencias de la crisis económica de los últimos años y el incremento muy fuerte de la inflación. “En la medida que crece la inflación y los ingresos son insuficientes aumenta el porcentaje de trabajadores pobres en Argentina”, afirmó. 

Sin embargo, este fenómeno no es nuevo. “En 2017, año de relativa estabilidad y de crecimiento económico, había 15% de trabajadores pobres, y se estima que en la actualidad este nivel de incidencia se duplicó”, explicó Poy. Luego, la pandemia acentúo este fenómeno de los trabajadores pobres, y la post pandemia consolidó este proceso. 

Dinámica salarial 

El desempleo, si bien fue bajando en los últimos años (del 16% en 2003 al 6,2% en el segundo trimestre de 2023), pasa a estar reemplazado por un aumento del segmento de trabajador informal -asalariados no registrados y los cuentapropistas no profesionales- en orden del 47,6%, según la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH). 

Estas cifras, según Poy, se explican por la dinámica salarial debido al impacto de la inflación que hizo caer en más de 20 puntos los salarios de trabajadores formales e informales.

La Argentina no tiene un problema de empleo sino de calidad del mismo: ingresos bajos estimulan la participación en el mercado de trabajo y lo que no ajusta por cantidades no solo ajusta por precios sino que también por bienestar, reduciendo tiempo de ocio y de educación, por ejemplo.

Consecuencias

A nivel social, “se evidencia cierto desánimo”, indicó el integrante del Observatorio. “Hartazgo de ciertas condiciones económicas, una porción importante de las personas ocupadas no logran visualizar condiciones básicas de progreso a partir de su trabajo”, planteó Poy. 

Pobreza ¿Cero?

El Gobierno Nacional adhirió, en septiembre de 2015, a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La consigna del primero de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es "acabar con la pobreza en todas sus formas, en todas partes".

Según el último informe del Observatorio, la pobreza por ingresos en el segundo trimestre de este año llegó al 44,7%.

La Auditoría General de la Nación revisó la gestión del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales con respecto a las medidas tomadas para eliminar la pobreza en el período de septiembre de 2015 a agosto 2019.

El documento expone que las medidas tomadas, o la falta de las mismas, desde un enfoque transversal de género, en pos de los Objetivos y Metas del ODS 1, por el fin de la pobreza no fueron eficaces. Los índices de pobreza, en lugar de disminuir, aumentaron considerablemente. 

Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la pobreza por ingresos en el segundo trimestre de este año llegó al 44,7% (el dato del Indec es del 41,1% en el primer semestre).