Se estima que cientos de miles de ciudadanos sirios  lograron escapar del país tras los bombardeos israelíes en Líbano y finalmente regresaron  antes de que una ofensiva relámpago de los rebeldes islamistas derrocara a Al Assad a finales del año pasado.


Este suceso aumentó las esperanzas de poner fin a una guerra civil que lleva 13 años, y  que causó más de medio millón de muertos y envió a millones de personas a buscar refugio en el extranjero.


Uno de esos países es Turquía, que comparte una frontera de 900 kilómetros con Siria y acoge a unos 2,9 millones de sirios desde 2011.


Las autoridades turcas esperan que en los próximos meses haya un éxodo de refugiados, que deciden retornar a su país. Por eso permitirán que un miembro de cada familia realice tres viajes de ida y vuelta hasta el 1 de julio de 2025 para preparar su reasentamiento.