15/04/2015 - 15/04/2015 - Nota Editorial EL CARTERO, por Angel Visaggio POCO COMPRENSIBLE: PINAMAR NO NECESITA SECRETARIO DE TURISMO
El dinámico crecimiento del turismo a escala mundial, que naturalmente beneficia a la Argentina, presenta un escenario único para afianzar el desarrollo turístico del Municipio de Pinamar, en particular por la potencialidad que este destino ofrece, las ventajas competitivas y la singular contribución que puede aportar en términos de crecimiento económico, oportunidad de empleo y generación de inversiones.
En concordancia con ello, es indispensable se canalicen los esfuerzos hacia un horizonte común que se construya en base a los sueños y aspiraciones de todos aquellos actores vinculados con la actividad y de la población en general.
En principio y en función de generar un fuerte compromiso en materia de política turística, resulta oportuno considerar la posibilidad de calificar al turismo como actividad socioeconómica, estratégica y esencial para el desarrollo municipal y en concordancia con ello, reglamentarla a través de una ordenanza para declarar la actividad “como política de estado municipal”, para que actúe como eje central de la gestión de gobierno y prioritaria dentro de toda acción del estado municipal. Esta decisión no haría más que hacer acopio de la Ley 25.997 que declara al turismo de “interés nacional” y prioritario como política de estado, lo cual fortalecería los mecanismos para:
· La creación, conservación, protección y aprovechamiento de los recursos naturales.
· El resguardo de un desarrollo sostenible y sustentable de estos.
· La optimización de la calidad.
· La participación de los sectores público y privado en la actividad.
Estas definiciones establecen un giro para instrumentar un plan estratégico de turismo a 10/15 años que garantice el crecimiento sostenido de la actividad y un salto cualitativo, en lo que se refiere a concepción turística en el Partido de Pinamar.
Si bien la complejidad de este tema no se resuelve con la designación de un Secretario de Turismo, resulta incomprensible que Pinamar considerada como el noveno destino turístico del país, resigne el abordaje de estos procesos y aún más prescinda hasta del propio Secretario de Turismo por considerar que es un gasto y no una inversión.
Todos aquellos operadores turísticos comprometidos en la actividad, están esperando otras señales y madurez para asumir que esta actividad es el nervio motor y el corazón de nuestra ciudad. Eso somos una ciudad turística, y las decisiones que no acompañan esta premisa no tienen nada que ver con Pinamar.
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