La mujer nació "entre enero y febrero del año 1978" y sus padres habían sido secuestrados "el 2 de noviembre en 1977", añadió Carlotto.

"No está claro si ella fue secuestrada en La Plata o en el mismo operativo que él en la ciudad de Buenos Aires, en Barrio Norte. Ella estaba embarazada de 6 o 7 meses", relató Carlotto sobre los padres de la nieta recuperada, que permanecen desaparecidos.

La recuperación de la nieta 139, anunciada por Abuelas de Plaza de Mayo, marcó un nuevo capítulo en la incansable lucha por la identidad y los derechos humanos en Argentina. Este hecho, que es mucho más que un acontecimiento individual, reavivó la memoria colectiva y generó un aluvión de reacciones en un país donde la historia reciente nunca dejó de ser un campo de batalla.

Cristina Kirchner, expresidenta y referente del Partido Justicialista, resumió el sentir de muchos: “La persistencia de la Memoria; la fuerza de la Verdad; la necesidad de Justicia. ¡Bienvenida, nieta 139!”. Sus palabras, publicadas en la red social X, resonaron con intensidad.

En tanto, Juan Grabois, dirigente social de Patria Grande, llamó a retomar las calles: “Manos a la obra. Salgamos un rato de las redes y volvamos a encontrarnos en la calle. Los pueblos que luchan siempre vuelven”. En un mensaje cargado de simbolismo, el líder mencionó las “paredes que vieron a la oligarquía y los ideólogos del Plan Cóndor”, evocando las cicatrices de un pasado que algunos intentan maquillar.

Por su parte, Myriam Bregman, exdiputada del Frente de Izquierda, apuntó contra el legislador oficialista Ramiro Marra, quien había tapado un mural sobre la recuperación del nieto 138. Con contundencia, afirmó: “Podrán tapar una pintada en una pared, pero no pueden parar la lucha por memoria, verdad y justicia”.

En un contexto político donde las políticas de derechos humanos parecen estar bajo amenaza, las reacciones no se limitaron a las figuras individuales.

La CGT expresó su apoyo incondicional a Abuelas y recordó su reciente repudio a las medidas del presidente Javier Milei, que, según la central obrera, buscan “destruir las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”. En la misma línea, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires denunció al Gobierno nacional por intentar desfinanciar estas políticas y negar los crímenes del terrorismo de Estado.

La recuperación de la nieta 139 no solo celebra la restitución de una identidad arrebatada, sino que también recuerda que, a pesar de los discursos negacionistas, el compromiso con la memoria sigue intacto. Mientras unos pintan paredes y otros las tapan, la verdad persiste, testigo indeleble de un pueblo que se niega a olvidar.

En palabras de las propias Abuelas: “48 años después, la lucha sigue dando frutos”.