Sin embargo, el economista señaló que este incremento sería "controlable" gracias a las reservas acumuladas mediante negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y bancos internacionales.

El especialista también explicó que el Gobierno optaría por evitar un tipo de cambio basado en la "paridad teórica de equilibrio", que indicaría una cotización cercana a los $1.619 por dólar en enero. En cambio, consideró más plausible un tipo de cambio ajustado por promedios históricos, que podría estar alrededor de los $1.050.

Qué pasa con la inflación si "salta" el dólar

Según Ferreres, un tipo de cambio más alto sería clave para mejorar la competitividad del país, aunque se mostró cauteloso respecto a las posibles volatilidades que podrían generar inestabilidad en el mercado cambiario.

 El economista también destacó que, a pesar de la baja del anclaje cambiario (crawling peg) y la eliminación de impuestos como el PAIS, la desregulación cambiaria será crucial para evitar un rebrote inflacionario.

Para el cierre de 2025, los especialistas coinciden en que, si el proceso se maneja adecuadamente, podría permitir una estabilización macroeconómica de largo plazo, aunque los desafíos estructurales y la inflación siguen siendo factores determinantes en el panorama económico del país.