- Adriana Santi y Marcela Martinelli, ambas docentes jubiladas de la provincia de Buenos Aires, son las principales representantes del movimiento de autoconvocados que reclama por los derechos de los afiliados a IOMA.

Su lucha está marcada por la falta de atención médica y el abandono que sienten por parte de la obra social, un problema que sigue agravándose ante la ausencia de respuestas concretas.

Adriana expresó la frustración de los afiliados al no obtener soluciones tras numerosas movilizaciones. “Nadie se acercó a ofrecernos una acción concreta. Solo recibimos propuestas para evitar que nos autoconvoquemos a cambio de reuniones, pero no vamos a aceptar eso”, afirmó con determinación.

Denuncias de maltrato y abandono

El malestar de los afiliados también incluye denuncias de maltrato en las oficinas de IOMA. Adriana relató un incidente reciente: “Nos presentamos para preguntar cómo resolver un reintegro, y el secretario de Celeste Lazo nos trató con desidia y de forma descortés”.

Estas experiencias aumentan la indignación de los afiliados, especialmente entre los jubilados, quienes sienten que no reciben el respeto ni la atención que merecen.

Situación crítica

La situación en la Región 9, que concentra gran parte de los afiliados, es particularmente crítica. Según las representantes del movimiento, los anuncios de nuevos policonsultorios no solucionan los problemas de fondo. “No son clínicas, son solo lugares con consultorios para consultas rápidas mediante turnos telefónicos. Ni siquiera cuentan con espacios adecuados”, explicó Santi, calificando estos servicios como insuficientes.

Acceso limitado a atención médica

La realidad es aún más desalentadora para los afiliados. “En el interzonal, los afiliados de IOMA directamente no son atendidos”, señalaron, agregando que enfrentan numerosos trámites burocráticos para acceder a servicios básicos. “Algunos necesitan tres negativas solo para ingresar. Apenas quedan dos clínicas disponibles, y una de ellas solo atiende PAMI”.

Promesas de nuevas clínicas tampoco generan confianza. “Anunciaron una clínica nueva, pero ni el presidente de IOMA sabe dónde estará”, comentaron, evidenciando la falta de claridad en las soluciones propuestas.

Persistencia y movilización

A pesar de las dificultades, el movimiento de autoconvocados continúa organizando acciones en distintos distritos. “Cada convocatoria la abrimos a otras localidades”, destacaron. Sin embargo, las presiones externas persisten. Santi denunció que en General Alvarado, previo a una movilización el 19 de diciembre, representantes de IOMA intentaron disuadir a los participantes con promesas que luego no cumplieron.

Ante esta realidad, la desconfianza hacia IOMA sigue creciendo. El movimiento mantiene su compromiso de luchar por los derechos de los afiliados y exigir soluciones concretas a la obra social, sin ceder a presiones ni aceptar promesas vacías.

Surgimiento del conflicto

Cabe señalar que el conflicto surgió a finales del 2023, cuando IOMA dio de baja los convenios con las principales clínicas privadas de la ciudad, como la 25 de Mayo, Pueyrredón y Colón.

Medida que quizás resultaba necesario tomar, pero que dejó a los afiliados con pocas opciones y largas demoras para acceder a turnos médicos, que pueden extenderse hasta cuatro meses, situación agravada por una política de comunicación del Gobierno Provincial enfocada hacia las redes sociales de escasa repercusión en los adultos mayores, y en los grandes medios tradicionalmente antiperonistas.