La recaudación tributaria cayó 16% real interanual durante marzo: el número es tomando en cuenta una potencial inflación del 13% durante ese mes. Los ingresos del fisco siguieron sufriendo por la suba del mínimo no imponible de Ganancias para la cuarta categoría y por el efecto de la recesión en los tributos asociados al consumo y a la actividad económica. Así, mientras Ganancias sufrió una contracción real extraordinaria de 40,2%, el IVA impositivo observó una también muy abultada de 19,7% real. La caída en los ingresos obliga a extremar el recorte del gasto público para cumplirle la meta al FMI, objetivo que por cierto por ahora se alcanzó en forma holgada. El impuesto PAIS volvió a presentar un aporte extraordinario, con una suba nominal de 1.552,5%. 


De hecho, el Gobierno debe lograr un superávit primario de $962.000 millones entre enero y marzo y solo en el primer bimestre alcanzó uno de $3,2 billones. Debería sufrir un déficit extraordinario en marzo para no lograr alcanzar la meta pautada, lo cual a priori estará lejos de suceder. Incluso las proyecciones apuntan a un nuevo recorte fuerte del gasto primario durante el tercer mes del año, de vuelta con la obra pública y las transferencias a las provincias como protagonistas. La pregunta entre analistas es si el recorte es sostenible: en primer lugar desde el lado del conflicto social y en segundo desde que febrero mostró una creciente cantidad de pagos no realizados, al punto de que el resultado devengado llegó a dar déficit y el base caja oficial superávit.


La recaudación tributaria de marzo llegó a los $7,7 billones, lo que implicó una suba nominal del 230,6% respecto al mismo mes del año pasado. Sin embargo, si la inflación de marzo fue de 13% tal como proyectan las consultoras, la variación interanual del IPC habrá llegado a 295%. En términos reales, entonces, la recaudación cayó un 16,3% real.


El impuesto a las ganancias siguió siendo una clave de la caída de los ingresos del fisco durante marzo: aumentó su recaudación en 136,1% real, lo que frente a una inflación de 295% implicó una contracción real de 40,2%. El Gobierno busca restituir el pago para la cuarta categoría y en esa búsqueda tiene pautadas reuniones con los gobernadores, para esta semana. El destino de la Ley de Bases y el paquete fiscal se disputa, entre otros, por ese punto en particular.


También implicaron una fuerte caída en los recursos tributarios los efectos de la recesión económica. La devaluación impactó en los salarios registrados, que cayeron 15,6% real entre diciembre y enero y por ende en el consumo, con el ajuste fiscal agravando la dinámica desde la demanda agregada: las transferencias del gasto dedicadas a la política de ingresos, incluyendo jubilaciones, asignaciones por hijos y otras, cayeron 30,9% entre enero y febrero, según estimó la consultora Sarandí.


Así, el IVA, que es un buen indicador del consumo de febrero y de la capacidad de pago de las empresas durante marzo, aumentó un 217% nominal, lo que significó una caída de 19,7% real. Además, el impuesto al cheque recaudó un 244% extra, lo que implicó una contracción real del 12,9%. Y eso con un día hábil más que durante el año pasado, contra el que se realiza la comparación. El economista Amílcar Collante remarcó en ese sentido: “Ya se siente el impacto de recesión en la recaudación”.


Sumaron a favor los derechos de exportación, con una suba nominal de 541,7%, es decir un 62,5% real.