El caso de las pequeñas y medianas empresas preocupa, y así lo reflejó el Informe de Coyuntura Industrial PyME, con la firma del Presidente Industriales Pymes Argentina, Daniel Rosato.

En tal informe, se señala que en septiembre de 2024 el empleo registrado cayó un 2,2% interanual, con una pérdida de 214.592 puestos de trabajo a causa del cierre de 10.211 empresas. “La industria y la construcción lideran las Bajas, reflejando la debilidad económica y la necesidad urgente de políticas de reactivación”, señalaron.

En tanto al consumo, el mismo continuó “en caída libre”, con bajas interanuales en supermercados (-17,8%), mayoristas (-22,8%) y shoppings (-7,8%). Esta contracción refleja la pérdida del poder adquisitivo en la población, lo que plantea “desafíos urgentes para reactivar el consumo interno y la economía”, citan.

En esa línea, reconocen que a diciembre último la inflación mostro una “leve desaceleración”, y que si bien los precios de los bienes se están estabilizando (+1,9%), son los precios de los servicios (+4,4%) los que “siguen impulsando las presiones inflacionarias”, a causa de los “reiterados ajustes tarifarios y costos operativos”.

Otra estadística que dio a la baja fue el Uso de la Capacidad Instalada, que a noviembre pasado alcanzó el 62,3%, lo que representa una caída respecto a octubre que había llegado al 63,2%, tras el espejismo de una leve recuperación en agosto. De noviembre a noviembre, la caída interanual es del 66,4%.

La situación de alarma en las pymes no son una excepción, sino que incluso en algunas grandes empresas del sector agroindustrial llegaron a la apertura de concurso de acreedores.

Se trata de SanCor, Los Grobo, Agrofina y Red Surcos, con deudas por encima de los 650 millones de dólares y con serios riesgos de ir a la quiebra, buscan acomodar sus números antes de llegar a una quiebra.

El historial de las empresas que cerraron o se disminuyeron en el 2024

Las políticas de Javier Milei tienen bajo amenaza a todo el sistema productivo, incluso a multinacionales que debieron salirse o reducir su capacidad en el país.

Como resultado, algunas debieron cerrar, otras frenar su producción y varias de ellas realizar despidos de personal para evitar una quiebra impulsada por la gestión libertaria.

En consecuencia, al menos siete multinacionales dejaron el país, entre las que se encuentran HSBC, Xerox, Clorox, ENAP, Fresenius Medical Care, Protecter & Gamble y Prudential.

Por su parte, la empresa argentina Acindar (del grupo ArcelorMittal) debió suspender la producción de sus plantas durante un período de 2024 debido a la falta de demanda en un contexto de caída en el poder adquisitivo de la población.

Más adelante, la empresa anunció la suspensión de una planta ubicada en Santa Fe con una reducción de su producción anual que afecta a más de 700 trabajadores.

Por su parte, la empresa Ferrum, fabricante de sanitarios, debió paralizar sus plantas y realizar despidos y suspensiones de trabajadores durante el pasado año, según precisó Ámbito.

Por otro lado, las textiles Textilcom y AlpaCladd, empresas textiles, que producen para marcas como Cheeky, Mimo y Penguin, sufrieron el despido de 300 trabajadores en mayo en las provincias de Catamarca y La Rioja.

Resta por mencionar, entre las empresas de renombre, a General Motors por un lado y Bridgestone, con despidos y retiros voluntarios incluidos. Como último caso resonante, está el de Dánica, con el cierre de su planta en Lavallol, Provincia de Buenos Aires, por la baja demanda.

Cabe destacar el sector alimenticio como Granja Tres Arroyos, Bimbo y Pepsico, entre otras, que ejecutaron despidos en sus plantas de producción, también por la baja demanda y los altos costos de producción, según alegaron.

Este 2025 no parece cambiar de dirección, en un país donde el bolsillo general de la población se disminuye y tiende a acotar el consumo. Así, pierden los fabricantes que dejan de vender con la traducción en cierres y despidos de trabajadores.