Esto significa que las compras realizadas en moneda extranjera mediante tarjeta de crédito o débito seguirán alcanzadas por percepciones como el impuesto PAIS y el anticipo de Ganancias, aunque el resto de las restricciones que regían para acceder al mercado cambiario ya no serán aplicables.


El nuevo esquema forma parte del programa de unificación del tipo de cambio y normalización del sistema financiero que el Gobierno presentó junto con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.