La inflación viene en franco descenso desde abril, al punto de que en octubre perforó el 3% con una fuerte desaceleración en los rubros de alimentos y bebidas. Sin embargo, si efectivamente sale el nuevo índice en noviembre, “puede que eleve un punto para arriba el dato”, producto del cambio de metodología aplicada para la medición.
Cabe destacar que el INDEC se encuentra bajo la órbita del Ejecutivo y la administración de Javier Milei está enfocada en demostrar al mercado que cumplirá con su promesa de campaña acerca de la baja de la inflación. De ahí que desde el propio organismo afirmaron que “aún no hay una definición institucional” sobre el debut del nuevo índice y “se sigue trabajando para completar las pruebas técnicas durante este mes”.
Es que con un mercado apostando a que la inflación continuará la senda de desaceleración, mejoraron diferentes variables financieras como la baja del riesgo país, la calma de los dólares financieros, la valoración de la bolsa porteña y la suba de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA). Tímidamente, también comienzan a repuntar algunas variables macroeconómicas, como las liquidaciones de las empresas agroexportadoras, que fueron récord desde 2002, informó CIARA-CEC; mientras que otras como el Producto Bruto Interno, la industria y la actividad siguen en baja.
Luis Caputo monitorea de cerca los movimientos del INDEC. En ese contexto, fuentes inobjetables afirman que 'las condiciones están dadas pero el freno, hoy, es político' para la instauración del nuevo índice. El Gobierno no quiere divulgar ningún número que pueda entenderse como una aceleración inflacionaria y que ello repercuta negativamente en el mercado financiero.