Lo que distingue a esta aerolínea es su equipo fundador, compuesto por Francisco Simón Errecart (20 años), Santiago Leopoldo Lugones (21 años) y Danilo Enrique Massalin Dammann (21 años). Su objetivo es mejorar la conectividad aérea en ciudades con infraestructura aeronáutica limitada, ofreciendo un servicio accesible con aeronaves más pequeñas y eficientes.

Los vuelos operan los martes por la mañana y los miércoles por la tarde, con una duración de 45 minutos. Para este mes, la compañía planea expandir sus rutas, sumando destinos como Tandil y Olavarría.

El primer vuelo oficial tuvo lugar en diciembre y contó con el respaldo de funcionarios gubernamentales, entre ellos el secretario de Turismo, Deportes y Medio Ambiente, Daniel Scioli, y el subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez. Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, celebró el lanzamiento como un ejemplo de las oportunidades generadas por la apertura del mercado aerocomercial.

Durante la preventa, la empresa logró vender el 60% de los pasajes disponibles para 2025. Inicialmente, el costo del tramo era de USD 150 más IVA, aunque actualmente parte desde USD 225 más IVA, con descuentos para compras superiores a 40 boletos.

Alternativa accesible

La idea de la aerolínea surgió en enero de 2024, cuando Errecart identificó una demanda insatisfecha en vuelos privados. A partir de ahí, junto a sus socios, diseñó un modelo de negocio que permitiera ofrecer una alternativa más accesible.

Por ahora, Humming Airways opera con un solo avión alquilado a la empresa Royal Class, un Fairchild Swearingen SA 227 Metroliner 23 con capacidad para 19 pasajeros, bajo un contrato de un año. No obstante, la compañía proyecta ampliar su flota y aumentar la frecuencia de vuelos si la demanda lo permite.

Desregulación aerocomercial

La aerolínea fue una de las beneficiadas por la desregulación del sector, que en noviembre simplificó los trámites para la autorización de vuelos y la obtención del Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA).

Este cambio agilizó el proceso, reduciendo la burocracia y fomentando el desarrollo de nuevas rutas hacia destinos con baja conectividad