El Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich sumó este viernes una nueva represión injustificada a trabajadores que reclamaban por su salario. Sucedió en la puerta del frigorífico La Bella SA., en Mar del Plata, donde los operarios de la planta pedían por el cumplimiento de un acuerdo paritario que la empresa no viene cumpliendo.

Desde la empresa argumentan que no le dan los costos para hacerse cargo de lo acordado con los trabajadores.“Imaginate que si a ellos no le dan los números, teniendo a toda la gente en negro, que queda para los demás”, adujo por su parte el trabajador frente al móvil televisivo.

La Prefectura se hizo presente en el lugar a raíz de una denuncia efectuada por la empresa, e informó que si los trabajadores no liberaban la calzada se aplicaría el protocolo anti piquetes. Minutos después comenzó una feroz represión, que incluyó gases y balas de goma.

“Empezaron a reprimir como si fuéramos delincuentes. ¿Por qué no van y reprimen a delincuentes? Nosotros somos trabajadores”, exclamó angustiada una de las manifestantes. “Laburamos como perros, nadie nos regala nada, lo único que pedimos es el aumento, ¿por qué nos maltratan así?”, agregó entre lágrimas.

Mientras la crisis económica avanza y se conocen más despidos día a día a lo largo y ancho del país, la única respuesta por parte del Gobierno nacional es reprimir a los trabajadores que legítimamente reclaman por condiciones de vida digna. Las imágenes de este viernes en Mar del Plata se repiten por toda la Argentina, sembrando incertidumbre sobre cómo logrará el oficialismo contener el inevitable conflicto social en un país que resigna cada vez más su perfil productivo para volverse un paraíso de la bicicleta financiera.