Luego de semanas complicadas en lo político, más allá de la derrota electoral, con una avanzada de la oposición en el Congreso contra los vetos y los DNU presidenciales, Milei buscará poner otra vez el eje en la continuidad de la política fiscal, punto clave del proyecto de Presupuesto 2026. Esa letra chica mantiene expectante al mercado, ya que los proyectos de la oposición en el Congreso que buscan revertir el histórico ajuste del gasto le puso algunos signos de pregunta al superávit de las cuentas públicas. En julio además hubo déficit financiero por primera vez en el año y para agosto hay, según la consultora LCG, chances de que se repita el rojo, dada una mala recaudación en pleno escenario recesivo y un superávit primario algo más acotado.


El ancla fiscal fue clave para el principal logro que viene mostrando el Gobierno, que es un bajo pass through que viene motorizando mejoras en la competitividad a medida que el dólar se dispara. Al generar un escenario virtualmente recesivo, permitió que por ahora las empresas no pudieran trasladar a precios el encarecimiento de sus insumos transables. El mercado mirará atento las señales sobre la continuidad de las cuentas públicas.


La pregunta acerca de la forma en la que se financiará el Gobierno es otra clave, luego de un nuevo viernes negro para los bonos en dólares, que anotaron caídas fuertes. El riesgo país está firme arriba de los 1.000 puntos y se consolida así el carácter prohibitivo de la tasa de interés, que hoy demandaría situarse en torno al 14% para lograr acceder a los mercados. Esa baja se da tanto por el traspié electoral del oficialismo, por ahora garante de la búsqueda empedernida del equilibrio fiscal, como por la dificultad para adquirir reservas. Ambas circunstancias motorizaron una pésima semana para el país en los mercados, y en ese sentido las miradas estarán mirando al discurso presidencial en busca de señales acerca de algunas certezas para lo que viene en el corto plazo, con el 26 de octubre como principal hito.


Así, el mensaje presidencial de este lunes, buscará llevar algo de calma a unos mercados que, tras una semana volátil, tuvieron un viernes muy malo. El Merval anotó una caída de 2,51% y de esa forma redondeó una semana en la que se contrajo un 11,9%, pero llegando hasta un derrumbe del 17,3% si se lo mide en dólares. Además, tal como reseñó el Grupo SBS, “los bonos en dólares operaron muy ofrecidos durante todo el viernes, llegaron a estar 3,5 dólares abajo y terminaron con caídas promedio de 2,75 dólares, acumulan en la semana post elecciones en PBA caídas promedio del 10%”.  


Coincidieron desde PPI: “Viernes oscuro para la deuda soberana hard dollar. Los globales cayeron entre 3,3% y 5,2% hoy, siendo los más golpeados el GD46 y el GD41. Tras retroceder de manera contundente en la primera rueda post elecciones en PBA, la renta fija soberana fue recuperando levemente el terreno a lo largo de la semana, pero las caídas de hoy no solo borraron esos avances, sino que profundizaron las pérdidas. De esta manera, el precio promedio ponderado por outstanding finalizó en USD57,9, retrocediendo 10,1% en su medición semanal”.