Todo indica que el Gobierno deberá aplicar otra marcha atrás y pedirle al BCRA los dólares para garantizar los pagos de deuda de acá a enero. Se trataría de una vuelta atrás respecto a la celebrada recapitalización de las arcas de la autoridad monetaria que se logró con los dólares prestados por el FMI. Si el Gobierno había recibido un difícil panorama de reservas netas negativas por casi USD12.000 M, hoy el préstamo del Fondo permite mostrar unas en positivo por USD6.000 M.
Sin embargo, para el propio FMI, a la hora de medir las metas de acumulación de divisas, eso no es tan así: como no cuenta a los DEG que envió a partir del nuevo acuerdo como recursos propios del país, para el organismo en realidad las netas están en un negativo en torno a USD6.600 M, tal como describió en el texto de la primera revisión. Es decir, el Tesoro podrá pedirle divisas al BCRA, pero son en realidad dólares que se deben al Fondo.
Por ahora, la política oficial apunta a dejar tranquilo al BCRA, mantenerlo solvente en los números y pagarle a los bonistas con los dólares del Tesoro, que se consiguieron con compras en el mercado, especialmente las realizadas para conseguir la aprobación de la primera revisión del FMI, y con la emisión del Bonte 2030. En las últimas semanas la dinámica fue la contraria y el Gobierno tuvo que vender dólares para lograr sostener la cotización. Los datos oficiales muestran, por caso, ventas por alrededor de USD39 M el lunes pasado, tras la derrota electoral, y por USD27 M el martes. Eso dejó a los depósitos del Tesoro en USD1.078 M.
Desde Vectorial explicaron: “El Tesoro se quedó con USD1.100 millones, luego de su intervención en el mercado de cambios la semana pasada. Debe enfrentar pagos por USD3.000 millones hasta fin de año, por USD4.200 millones en enero y por USD14.000 millones durante el resto del 2026. Las opciones se agotan y el gobierno enfrenta un gran dilema: con el tipo de cambio en estos niveles, no puede comprar reservas sin llevarlo a la banda superior (donde debería vender). Con el riesgo país en estos niveles, no se puede acceder a rollover. Con las tasas en pesos en estos niveles, no puede colocar Bonte. Con la incertidumbre política en estos niveles, no puede esperar que progresen los proyectos del RIGI o las privatizaciones. En síntesis, la estrategia del Gobierno del todo o nada lo ha llevado a un callejón donde deberá elegir el menor de los costos: no conseguir los recursos para pagar su deuda o modificar el programa económico de flotación con bandas”.
La consultora 1816 estiró el cálculo hasta la totalidad de los vencimientos que deberá enfrentar el Gobierno hasta el fin de su mandato: “Entre el FMI (pagos netos por USD9.500 M), Bonares y Globales (USD15.600 M a privados), Club de Paris (USD800 M), Bopreales (USD 4.800 M) y los repos del BCRA (USD3.500 M) hay que pagar entre capital e intereses USD34.200 M desde hoy hasta fin de 2027. Dado que hay reservas netas por USD6.900 M, en un escenario sin rollover el Tesoro o el BCRA tendrán que comprar cantidades enormes de divisas en el mercado. Parece difícil que el tipo de cambio pueda mantenerse en términos reales en niveles parecidos a lo que es hoy el techo de la banda si la elección de octubre no cambia fuerte la sensación política que quedó el último domingo”.
Entre lo que tiene el Tesoro y lo que tiene el BCRA alcanza para pensar en pagar vencimientos hasta fines de enero, pero eso dejaría un panorama sin divisas netas y con las mismas deudas por delante.