16/08/2024 - EDITORIAL MILEI, ELON MUSK Y EL TRIÁNGULO DEL LITIOEl gobierno nacido de las elecciones de octubre y noviembre de 2023 ha puesto en marcha una gran cantidad de reformas legislativas con el mismo objetivo, algunas de ellas con serias implicaciones medioambientales. El primer gran paquete normativo, bautizado como la Ley Ómnibus, buscó derogar la Ley de Protección de Bosques Nativos y la Ley de Protección de Glaciares, aunque finalmente ambas reformas se cayeron de la propuesta tras las fuertes presiones internas y externas (incluyendo una advertencia de varios relatores de derechos humanos de la ONU). .....LEER MÁS .... Lo que sí ha terminado sacando adelante el nuevo Gobierno de ultraderecha fue una reforma de la Ley de Tierras –que ya no limita la posesión de tierras por parte de personas físicas y jurídicas extranjeras– y el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que pone en riesgo la soberanía medioambiental y social de las provincias argentinas. “Milei ve las normas ambientales, laborales o de derechos humanos como un impedimento a las inversiones y al desarrollo”, explica Pia Marchegiani, directora de política ambiental de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). En medio de la agenda reformista del Gobierno de Milei, hay un recurso estratégico que brilla por encima del resto y que nos lleva de vuelta a Silicon Valley y al despacho de Elon Musk y otros muchos magnates tecnológicos: el litio. ¿Quién quiere el litio de Argentina? Chile, Bolivia y Argentina forman los tres vértices del triángulo del litio, una región que concentra alrededor de la mitad de las reservas conocidas de este metal en todo el mundo, según datos del servicio geológico de Estados Unidos. Además, son reservas de alta calidad y fácil acceso, ya que el litio está disuelto en salmueras, aguas con alta concentración de sal características de los salares andinos. De hecho, una estimación de la Universidad Nacional de La Plata señala que el triángulo concentra el 85% de las reservas de litio de fácil extracción del planeta. En Argentina, estas reservas se concentran en las provincias de Catamarca (Salar de Hombre Muerto, Salar de Antofalla), Salta (Salar del Rincón) y Jujuy (Salar de Olaroz, Salar de Cauchari). El litio no es un metal especialmente escaso en la corteza terrestre, pero su demanda se ha disparado en los últimos años alimentada, sobre todo, por la creciente industria de las baterías para tecnologías digitales y para movilidad eléctrica. La Agencia Internacional de la Energía calcula que la demanda mundial de este metal relacionada con la transición energética pasó de 200.000 toneladas en 2021 a 325.000 el año pasado, y crecerá hasta 2,5 millones de toneladas en 2040. Ante este escenario, Argentina –que es el cuarto productor a nivel mundial– hace tiempo que tiene el objetivo de multiplicar su actividad extractiva. Y lo quiere hacer, en gran medida, de la mano del capital extranjero. “Ya antes de la llegada de Javier Milei, Argentina tenía una legislación muy permisiva con el capital extranjero, ponía pocos límites y obtenía muy pocos beneficios para el fisco y las comunidades a cambio de la extracción de las materias primas casi sin restricciones”, señala Ernesto Picco, investigador de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y autor del libro Crónicas del Litio: Sudamérica en disputa por el futuro de la energía global. Pia Marchegiani coincide en este diagnóstico y señala que existen más de 40 proyectos mineros en diferentes fases de tramitación apoyados por gigantes de la industria automovilística, de los combustibles fósiles y de los componentes electrónicos de Estados Unidos, Europa, China, Japón y Australia. De acuerdo con la directiva de FARN, muchos nombres nos suenan a todos: Tesla, Toyota, Volkswagen, BMW, LG, Samsung o BP. Otros, como CATL o ByD, los dos grandes fabricantes chinos de baterías, son menos conocidos, pero no por ello menos importantes. “Hablando en concreto de Elon Musk, hace tiempo que tiene puesta la mira en los recursos de la región para las baterías de sus Tesla”, añade Picco. “De hecho ya tiene negociaciones con empresas que operan en Argentina, como la china Ganfeng o la estadounidense Livent. Y ahora claramente le beneficia tener un presidente que va a darle prioridad a las empresas extranjeras sobre los habitantes del territorio”. De hecho, Musk ha sido el magnate que más explícito ha sido con su apoyo a Javier Milei, tanto antes de las elecciones como después. Lo ha hecho, como acostumbra, a través de X (que antes de que la comprara se llamaba Twitter), con mensajes tan claros como “recomiendo invertir en Argentina”. “Musk y Milei son dos personas afines, no sé si por ideología política, pero desde luego sí a nivel de discurso y de armar polémica por redes sociales”, señala Marchegiani. “Más allá de esto, creo que uno tiene el interés comercial claro de vender el litio de Argentina y el otro de acceder a un recurso clave para sus estrategias empresariales”, |
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