Ezeiza, 11,20 de la mañana, aterriza un avión proveniente de Roma. Regresa el General Juan D. Perón a la Argentina luego de 17 años de exilio. Resistencia y militancia se conjugan detrás de este jalón de la reciente historia argentina, constituyendo la instancia final del “Operativo Regreso”, hecho que no sólo atraviesa la historia del peronismo sino que es un factor trascendental que traspasa todas las fuerzas y actores políticos de nuestra Patria.

Días 9 y 10 de Junio de 1956, el fusilamiento del general Juan José Valle, líder de un principio de sublevación contra la autodenominada Revolución Libertadora, y de otros 17 militares y 13 civiles, marca el inicio de la Primera Resistencia Peronista la cual, según algunos historiadores, se desarrolló entre 1955 y 1960 constituyendo el primer hecho de los tres que signaron este etapa.

El segundo episodio de esta saga, es la toma por parte de 9000 trabajadores del frigorífico Lisandro de la Torre producida el 9 de enero de 1959 la cual desencadenó un paro general motivado por la feroz represión por parte de las fuerzas de seguridad contra los obreros.

El último acto, fue la aparición de la primera guerrilla rural denominada Uturuncos a fines de 1959 conducida por Manuel Mena bajo el liderazgo de John W. Cooke, siendo su foco la provincia de Tucumán. Esta experiencia fue reprimida en junio de 1960 y de alguna manera forjó el espíritu y condiciones de la Resistencia que continuó en la década del 60 ya con otros actores y lógicas interpretados por la militancia juvenil, sindical y más tarde guerrillera.

Esta breve reseña de historias de individuos ofreciendo sus vidas para un proyecto de Nación igualitario y colectivo, es el paso hacia una revisión de los tiempos actuales.

Así entonces en tiempos caracterizados por la ausencia casi absoluta de pensamiento crítico y propuestas políticas profundas, una facción del peronismo le ha impreso una épica al término militancia, pretendiendo además, exhibirla como posesión simbólica exclusiva de una corriente que actúa como brazo movilizador de ese espacio.

Este aspecto debe ser resuelto de plano ya que contradice la esencia y sustancia de la militancia, la cual debe ejercerse sin distinciones divisorias en tanto Objetivo de un superior Causa Nacional. La promueve e impulsa las firmes convicciones e ideales que la inspiran; ni el fanatismo ni menos el sectarismo deben ser parte de la nobleza del militante.

Tanto se militó el regreso de un Líder en el exilio como contra el despotismo en intolerancia de las distintas dictaduras. Factores y fundamentos que hoy no están presentes.

Los viejos militantes del peronismo de las décadas sesenta y setenta signadas por la Resistencia y el Luche y Vuelve; y sumidos en la Tragedia de la feroz dictadura Cívico Militar, objetan las formas y métodos de la actualidad. Contradicción en un punto sustentada en los distintos contextos y escenarios en los que se ejercía la militancia. Bajo dictaduras tan totalitarias como represivas, en el marco de una Proscripción del líder y Partido sin precedentes, militar significaba la disposición de la vida misma en aras de una causa Nacional y Patriótica.

No hay memorias ni registros “iguales”ante un mismo hecho. Los atraviesa lo emocional y por este motivo son altamente vulnerables a las manipulaciones y relatos.

Por otra parte, la historia es un análisis de los acontecimientos pasados sin el componente emocional de la subjetividad. El valor de estos dos puntos de reflexión, deben obrar como factor imprescindible para la superación de la crítica a las formas de militancia.

Lo sustancial es tener en claro el objetivo de militar. Para el peronismo, siempre protagonista de la historia desde su irrupción en la política argentina, militar se basa en la concepción de deponer lo personal sobre lo colectivo; es decir se trata de priorizar la construcción de un modelo colectivo humanista, inclusivo y universal sustentado en los valores contenidos en la Doctrina Justicialista y en su Modelo de Sociedad Justa, Libre y Soberana.

Para lograr este fin, la Militancia impone la Unidad en la Acción Política con un objetivo certero y definido. Sigue vigente la consigna que impulsó a muchos de nosotros: LIBERACIÓN o DEPENDENCIA.

 Carlos Blasco -  Noviembre de 2022