En lo concerniente al nivel de actividad, el Producto Bruto Interno (PBI) cayó en el primer trimestre un 2,6% respecto del cuarto trimestre de 2023 y un 5,1% frente al mismo período del año anterior. Este es un dato más que preocupante si le agregamos la caída del 2,6% que registró el consumo privado. Respecto de los sectores de actividad, es alarmante la caída en la construcción (19,7%) y en la industria manufacturera (13,7%); mientras que entre los pocos sectores que evidenciaron crecimiento se destacan agricultura y ganadería (10,2%) y explotación de minas y canteras (8%).

Otros datos de interés son los relacionados con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del primer trimestre. Allí sereflejó que en nuestro país existe 1,1 millón de desocupados, lo que representa una tasa de desempleo de 7,7% (una suba de 0,8 punto porcentual respecto del mismo período de 2023). Asimismo, la subocupación llegó al 10,2% de la población económicamente activa.

Lo preocupante de esta situación es que el universo de desocupados, subocupados y ocupados demandantes de un nuevo empleo se ubicó en el 29,5% de la población económicamente activa. Además, el 35,7% de los asalariados no tuvo descuento jubilatorio, lo cual es otro indicador de la precarización reinante en el mercado de trabajo argentino.

Si se mira con lupa la tasa de desocupación se encuentran presentes las desigualdades tanto de género como regionales de nuestro país. Para los varones, el desempleo se ubicó en el 7%, en tanto que para las mujeres alcanzó el 8,4%. Por otro lado, las zonas con mayor desempleo fueron los partidos del Gran Buenos Aires (9,9%), Gran La Plata (8,2%) y Jujuy-Palpalá (8,1%), mientras que Río Gallegos (2,3%), Santiago del Estero-La Banda (2,5%) y Formosa (2,8%) fueron las que registraron un menor nivel de desempleo.

Respecto de la distribución del ingreso, el INDEC informó que el salario medio correspondiente al primer trimestre fue de $361.445 y que los trabajadores con descuento jubilatorio perciben un ingreso medio un 127% más alto que aquellos sin descuento jubilatorio.

Este valor, una vez más, nos da un indicio de los graves problemas que acarrea la existencia de tantos trabajadores no registrados en nuestro país.

Asimismo, el coeficiente de Gini arrojó un valor de 0,467 (para el mismo trimestre de 2023 fue de 0,446), lo cual indica un fuerte incremento de la desigualdad en el último año. En línea con esto, el INDEC informó que los hogares más ricos ganan quince veces más que los más pobres.

Otro dato que resulta alarmante es que las mujeres perciben un 27,4% menos que los varones, mientras que hace un año ganaban un 24,2% menos. Es importante que estas diferencias puedan ser reducidas a través de una labor conjunta entre sindicatos, empresarios y gobierno, aunque con el desmantelamiento de las dependencia vinculadas con las temáticas de género se hace cada vez más difícil reducir esta brecha.

Esta situación de desigualdad es más palpable en los hogares del décimo decil, donde el ingreso medio es un 16% más alto para los varones, y no tanto en los hogares más pobres (primero, segundo y tercer decil), donde las mujeres ganan un 2,6% más en promedio. Esto se debe a que las mujeres, en su gran mayoría, son las beneficiarias de algunos programas de asistencia y de la AUH.

Un último dato a considerar es la evolución de los precios. El primer semestre de Argentina no fue para nada fácil. La brusca caída de la actividad, el crecimiento del desempleo y el incremento de la desigualdad impulsaron la desaceleración de la inflación. En ese marco, lo crucial durante el segundo semestre será determinar cuál es el piso de la actividad (y fundamentalmente del consumo) y qué impacto seguirá teniendo en el mercado de trabajo a lo largo de los trimestres siguientes.