18/05/2024 - INTERNACIONALES RUSIA DESCUBRIÓ LA RESERVA DE PETRÓLEO MÁS GRANDE EL PLANETA EN TERRITORIO ANTÁRTICOEsta semana, a través de una nota publicada por el diario británico The Telegraph, se dio a conocer que Rusia descubrió una gigantesca reserva de petróleo en el mar de Weddell, al este de la península antártica, en un territorio reclamado por Argentina, Chile y Reino Unido....LEER MÁS .... El hallazgo del sigloLa información filtrada por The Telegraph reveló que, según pruebas presentadas ante el Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes (EAC), el hallazgo estuvo a cargo de un buque de investigación operado por Rosgeo, una empresa estatal rusa de exploración geológica. Las reservas encontradas por Moscú equivaldrían al espectacular número de 511.000 millones de barriles de petróleo. De esta manera, el descubrimiento representa la reserva de petróleo más grande del planeta: según los cálculos realizados por expertos, tales números representan 10 veces la producción de 50 años en el Mar del Norte e incluso, para trasladarlo al plano local, 30 veces la producción de Vaca Muerta. En otras palabras, un descubrimiento que no tiene precedentes en la historia. Según el diario británico, que cita a parlamentarios del país, «los estudios son el preludio de la instalación de plataformas de perforación para explotar la prístina región en busca de combustibles fósiles», algo expresamente prohibido por el Tratado Antártico firmado en 1959. Sin embargo, a su vez, el medio detalló que desde Moscú contestaron al Reino Unido que las operaciones del buque de investigación ruso fueron solo con fines científicos, al mismo tiempo que especificaron que «Rusia ha reafirmado recientemente su compromiso con los elementos clave del tratado«. Lo que dice el Tratado AntárticoEl 1 de diciembre de 1959, como resultado de una iniciativa multilateral enfocada en la cooperación antártica, se firmó en Washington lo que conocemos como el Tratado Antártico. En aquel momento Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica y la Unión Soviética se adhirieron a la propuesta. El objetivo del Tratado, que entró en vigor el 23 de junio de 1961 al conseguir la ratificación parlamentaria de todos los países firmantes, es garantizar que el sexto continente tuviera usos exclusivamente pacíficos, promoviendo allí la cooperación internacional para investigación científica. En la actualidad dicho pacto cuenta con 54 naciones, pero sólo 29 de ellas son lo que se denominan como Partes Consultivas, es decir, países con voto por haber demostrado interés científico en el continente antártico. Cada año, todas las partes se encuentran en la Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) «con el fin de intercambiar informaciones, consultarse mutuamente sobre asuntos de interés común relacionados con la Antártida, y formular, considerar y recomendar a sus Gobiernos medidas para promover los principios y objetivos del Tratado». Entre otras cosas, además de vetar toda medida de carácter militar como la movilización de tropas o la instalación de bases militares en el continente antártico, el acuerdo prohíbe la explotación de los recursos naturales en todo el territorio. Esto fue establecido mediante la entrada en vigencia en 1998 del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, conocido también como Protocolo de Madrid, que designa a la Antártida como una «reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia». Hasta el año 2048, dicho protocolo sólo puede ser modificado por un acuerdo en unanimidad de todas las Partes Consultivas. Sin embargo, a partir de ese año, al cumplirse el 50 aniversario de su implementación, cualquiera de las Partes Consultivas puede convocar a una conferencia para revisarlo. La disputa por la soberanía en el continente blancoEl hallazgo, además de las enormes implicancias que tiene en términos económicos, pone en el centro del debate la geopolítica respecto al territorio más austral del planeta. En este sentido, como dijimos al principio de la nota, el continente antártico representa una zona con múltiples reclamos de soberanía: siete de los doce países firmantes del Tratado mantienen sus reivindicaciones. Argentina es uno de ellos. Nuestro país reivindica la soberanía del territorio antártico a partir del paralelo 60º Sur como límite Norte, y los meridianos 25º y 74º de longitud Oeste. Esto se superpone con los reclamos de Chile y el Reino Unido. El britanico abarca por completo el sector reclamado por la Argentina, y el chileno se superpone de manera parcial. Por su parte, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética (ahora Rusia) se adjudicaron la potestad de efectuar reivindicaciones territoriales sobre la Antártida en un futuro. Más allá de lo mencionado, con el objetivo de evitar aún más reclamos sobre el sector, el Tratado establece que, mientras esté vigente, no se podrán efectuar nuevas reivindicaciones de soberanía en en el sexto continente, como tampoco pueden ampliarse las existentes. En el caso argentino, el descubrimiento de lo que posiblemente represente la reserva petrolera más importante del planeta, refuerza una vez más la imperiosa necesidad de pensarnos como una nación bicontinental. Una política exterior soberana no puede estar desvinculada de lo que se denomina como el «sector antártico argentino» que, entre otras, comprende la zona donde se encuentra la reserva petrolera. Los elementos en los que nuestro país se basa para sostener sus reclamos sobre este sector son múltiples, pero entre ellos se destacan tanto la contigüidad geográfica como la continuidad geológica con el territorio argentino; la herencia histórica de España; como así también la presencia ininterrumpida desde hace más de un siglo a través de la instalación de bases antárticas para el desarrollo de la actividad científica |
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