La caída del dólar debería implicar una revisión general de precios, sobre todo en alimentos y productos básicos, donde los márgenes financieros fueron claves. “Recortar esos márgenes y reflejar el nuevo dólar es clave para la baja efectiva de precios”, aseguran desde el sector mayorista.


Mientras tanto, los salarios en pesos siguen corriendo por detrás: las paritarias no logran recuperar poder de compra, ni en términos reales ni nominales. La inflación acumulada y el rezago salarial acentúan el malestar social, en un escenario donde las referencias de precios están cada vez más en discusión.