La principal razón de este descenso interanual radica en la particularidad del año anterior, donde los feriados por la festividad religiosa coincidieron con el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, configurando un fin de semana extra largo de seis días, a diferencia de los cuatro días de este año.


A pesar de la menor afluencia de turistas, el gasto promedio por visitante fue de $87.590 por jornada, con una estadía media de 3,1 días, lo que resultó en un consumo total de $271.529 por persona. Los destinos más populares ofrecieron una amplia gama de actividades, combinando celebraciones religiosas con festivales culturales, eventos deportivos y ferias gastronómicas.


El gasto turístico mostró una marcada heterogeneidad entre las diferentes regiones del país. Tierra del Fuego se destacó con un desembolso promedio diario por turista de aproximadamente $320.000, mientras que en Tucumán el promedio rondó los $72.000 y en Mendoza los $75.000.


Al comparar las cifras con la Semana Santa de 2023, se observa un aumento del 1,9% en la cantidad de turistas, aunque la estadía promedio se redujo en un 9%. Sin embargo, el impacto económico, medido a precios constantes, fue un 14,9% mayor, lo que indica un incremento en el gasto por persona.


Desde CAME resaltaron el sostenido movimiento de personas en rutas, terminales de ómnibus y aeropuertos. Solo Aerolíneas Argentinas transportó a más de 210 mil pasajeros durante los cuatro días del fin de semana largo, evidenciando la continuidad del interés por viajar a pesar del contexto económico.