El transporte del gas se realiza desde Vaca Muerta, pasa por los ductos existente en Bolivia y finalizan en la ciudad brasileña. Este traslado fue posible por la reversión del Gasoducto Norte, que cambió su recorrido que antes era de norte a sur para ser sur-norte.


Esta obra se realizó porque los pozos de gas de Bolivia ya están prácticamente fuera de servicio y de esta forma se vuelven productivos los caños ya instalados.


Los contratos firmados habilitan la exportación de unos 18 millones de metros cúbicos por día dentro de la modalidad de contratos interrumpibles.