El derribo de Cabo Blanco se demoró más que el resto de los paradores por la intervención de la Justicia frente a distintos planteos que llevó adelante la concesionaria.
Finalmente, la Suprema Corte de Justicia bonaerense falló a favor de la Municipalidad de Pinamar restituyendo el parador para que el Ejecutivo pudiera finalizar con el plan de reconversión marítimo.