“El Estado no es un lugar en el que debe ser posible tomarse un día sabático, ni gozar de cualquier otro privilegio que el trabajador del sector privado no tiene o carece”, aseveró. 


Asimismo, remarcó que la jornada es abonada “con el sueldo de cada uno de los contribuyentes”, por lo que la administración tomó la tajante definición.


“Trabajar en el Estado es un servicio para atender al ciudadano que todos los días se fuerza para llevar un plato de comida a su familia y que, de manera directa o indirecta, es responsable del presente y del futuro del país”, planteó. 


Por último, remarcó que la medida va en consonancia con la concepción del Estado que la administración libertaria, que consiste en “allanar el camino de libertad a los argentinos” sin 'entorpecerlo'. 


'La Argentina que rendía culto al estatismo y al sector público en detrimento del privado es cosa del pasado', concluyó el vocero presidencial.