27/11/2024 - NOTA DE OPINIÓN POR CARLOS BLASCO “LA PATRIA ES UN DOLOR QUE AÚN NO TIENE BAUTISMO”.Una breve mirada sobre una obra de Leopoldo Marechal, el Poeta Depuesto. En este oscuro presente, es particularmente difícil la búsqueda de significantes que otorguen ciertas expectativas optimistas. Las letras nos auxilian en este objetivo a través de sus inagotables recursos inspiradores. No es crítica literaria la propuesta de este breve artículo, lo impulsó el intento de mitigar el sentimiento de bronca que nos embarga. La literatura argentina nos brinda numerosos autores para encaminar esa exploración para aplacar nuestra impotencia. ....LEER MÁS ..... De un nutrido arco de autores, elijo uno contradictorio, militante de la causa nacional y protagonista de una de las gestas más emblemáticas como lo fue la Resistencia. Leopoldo Marechal para la juventud de los controversiales años 70, sintetizó la fusión (el encuentro) del pensamiento de izquierda con el peronismo. Su obra Heptámeron se convierte en lectura obligada para aquellos que pensábamos en términos de Patria e Independencia -nada más alejado de estos tiempos de entrega y subordinación a potencias depredadoras-. Destacando alguna de sus características, es posible señalar que no dedica un solo verso a lo extranjero, no utiliza sociologismos ni terminología estereotipada. Por el contrario, se dirige a los argentinos hablándoles de cosas de su Patria en forma de cálida docencia. Respecto a los políticos gobernantes realiza algunas observaciones que necesariamente, nos transportan a estos días signados por lo opuesto: “...debe ser prudente y antes que nada, servidor; según la antigua ley de la caridad todo buen gobernante lo será cuando a sus dirigidos descienda con amor; conlleva la obligación, ínsita al que manda, de proteger al prójimo especialmente al débil e indefenso”. En la Patriótica expresa el desprecio por los que con “mirada bovina” viven en la fascinación grosera por el dólar. Menosprecia al argentino hedonista que no se involucra en las injusticias propiciadas por los poderosos que prefieren el cocinero al médico rematando su idea con “es que los argentinos nos dormimos en todas las vigilias del hombre”. Respecto al significado de lo político y sus gobernanzas, advierte con notable acierto, que cada día vivimos una guerra silenciosa, solapada, que compromete la existencia de los pueblos, y nos dice: “No te olvides que al salir al sol/ entrarás en un campo de batalla”. En sintonía con la doctrina peronista, el Marechal poeta militante, destaca la importancia de la comunidad en la construcción de una Patria. Su visión es que implica lo existente y aquí emerge su perfil disruptivo con lo académico. Observa que el concepto de Patria imperante fue creado por la ideología liberal basada en el “iluminismo” europeo, por lo tanto, alejada del sentir de quienes, cotidianamente, la forjan con su trabajo en el suelo argentino. En estos días donde nos preguntamos qué peronismo y qué peronistas, resulta sustancial resaltar que la esencia de su doctrina expresa que es la Comunidad con su historia, memoria y tradiciones la que define la Patria, y no la que se pronuncia desde un populismo burgués y vacío. Son los trabajadores, como lo indica el curso de la historia grande, quienes resolvieron los problemas más graves del país. Enorme error es confundir a la dirigencia burócrata sindical de estos días con el auténtico sentir del pueblo trabajador, el cual mas temprano que tarde resurgirá en su rebelión para volver a protagonizar un nuevo capítulo de la historia de la Independencia argentina por sobre los nefastos y cipayos intereses que representan hoy la casi totalidad de la dirigencia política. Y concluyo este breve viaje por la obra de quien fue un enorme nacionalista argentino, el gran Leopoldo Marechal: “Soy peronista. El peronismo, que fue cristiano, digan lo que digan, transformó la masa numeral en un pueblo esencial. Hay una vieja y pequeña Argentina, representada por la oligarquía, que se obstina en no terminar de morir. Pero todo mejoramiento social que no se funde en la crítica no puede crear una felicidad trascendente” Carlos Blasco Noviembre de 2024 |
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