27/03/2023 - NOTA EDITORIAL POR CARLOS BLASCO EL RENACIMIENTO, HUMANISMO Y POLÍTICALa deshumanización como componente ideológico. Decía Platón: “La mente humana posee verdades que no cambian, que son universales y necesarias, son las ideas que no dependen de los sentidos, sino que tienen existencia propia fuera de la mente”. Es particularmente reconfortante la experiencia de reencontrarse con las manifestaciones artísticas de todas las épocas, experiencia que moviliza nuestras emociones frente a los estímulos sensoriales plasmados por artistas universales. CONTINUAR LEYENDO .... La observación lleva a reflexionar sobre la incidencia de los paradigmas y climas de época que las clases dirigenciales establecen, en la generación de pensamiento y en las expresiones artísticas. Los grandes períodos civilizatorios clásicos como los son el griego y el romano, dejaron sus huellas en las obras de arte, en sus conceptos de arquitectura y urbanismo y en sus obras filosóficas. Períodos que se extendieron hasta la caída del Imperio Romano que dio lugar al comienzo de la Edad Media. Se destaca como centro ideológico la teocracia (la cuestión divina) en ambos y prevaleciendo el concepto Humanístico de los griegos. La producción de arte surge a partir del incentivo de interpretar los objetivos y actos de quienes determinan los grandes cauces sociales. Cuanto más ambiciosos son los objetivos establecidos, más protagonismo creativo-humanista surge. Las obras denominadas “clásicas” de las civilizaciones greco-romanas, además de constituir un patrimonio único y universal, expresan notoriamente la interacción entre los gobiernos y sus obras artísticas. Veamos el período del Renacimiento; tras el medioevo surge un movimiento cuyo centro se sitúa en Firenze, Italia. En este período se aprecia como el cambio de paradigma filosófico se refleja en las manifestaciones intelectuales, culturales y políticas. El cambio en cuestión fue el de pasar de una concepción teocéntrica dominante hasta la Edad Media, a una antropocéntrica, es decir pone al hombre por sobre todas las cosas en lugar de lo divino. Surge entonces el Humanismo como eje vertebrador de lo artístico, filosófico y deviene pensamiento Político. Esta nueva cosmovisión actúa como dinamizador de la búsqueda de la razón a través del desarrollo de las ciencias y el espíritu crítico, particularmente en concebir la relación de las personas con el mundo. Se reseña que la cultura salió de los monasterios a la calle generando una mayor libertad de pensamiento crítico dando lugar a nuevas ideas especialmente en los campos de la ciencia, la cultura e inclusive la arquitectura. Es de destacar que durante la Edad Media los gobernantes y la Iglesia privaron del conocimiento a las clases bajas con el fin de que no se rebelasen contra la autoridad de nobles y eclesiásticos. Pero el humanismo renancentista no incluía a todos los hombres ya que era patrimonio de la clase dominante compuesta por las familias burguesas comerciantes e incipientes banqueros (Strozzi; Médici, Albici, Pitti, etc.) y a las jerarquías eclesiásticas. Erasmo, uno de los escritores más importe de la época, se refiere al pueblo de la manera mas humillante definiéndole “la bestia enorme y poderosa”, por lo tanto el brillo del antropocentrismo excluye al Hombre del Pueblo. Doctrina Peronista y Humanismo. Dando un salto en el tiempo, veamos el análisis del Humanismo Renancestista desde la Doctrina Peronista, obra política fundamental que la oligarquía y la dirigencia política antiperonista ha tratado de ocultar. Dicha Doctrina, corpus político del justicialismo, tiene como punto central al Hombre. Los notables genios del período Renancentista que dotaron del esplendor a la época y establecieron los grandes lineamientos estéticos y conceptuales que predominaron durante más de quinientos años, si bien pusieron al hombre en el centro del todo, lo hicieron desde la perspectiva material, es decir el hombre todo lo puede destacando sus sesgos materiales (racionalidad) pero omitiendo su esencia espiritual. Contrariamente a esta visión antropocéntrica materialista, la Doctrina Peronista propone un humanismo fuertemente moral que incluya a “todos los hombres”. El sustento fundamental se explica observando que los grandes “avances tecnológicos y científicos” poco importan si la vida de la mayoría de los seres humanos va a seguir bajo la infame explotación de unos pocos; ”Sobre la base de nuestro humanismo, la tarea de todos los que trabajan por el hombre se sentirá alentada por la visión del mundo mejor que nosotros auspiciamos” (Perón en el IV Congreso Internacional de Cardiología 1952). Anticipa Perón los tiempos siguientes definiendo que aquel capitalismo surgido del apogeo Renacentista derivó en un materialismo representado por el industrialismo y comercio burgués y cuyo estadío final es el Imperialismo tal como lo vemos en nuestros días. Deshumanización Analizando los actuales tiempos, caracterizados por la imposición de un llamado neo liberalismo (en realidad regímenes seudodemocráticos antipopulares), se observa el incremento de la política injerencista angloestadounidense en los países de América del Sur, normalmente sustentada y actuada por una elite antinacionalista al servicio de los intereses extranjeros. Los instrumentos que emplean para desarrollar estas políticas neocolonialistas, son -entre otros- las denominadas fake news (noticias falsas) y el lawfare (guerra judicial), ambos diseñados y decididos en el Plan Atlanta. Esta planificación se sirve, fundamentalmente, de los medios de comunicación de posición dominante y hegemónica, los cuales a través de su proyección e incidencia en los planos políticos, culturales y empresariales condicionan a los gobiernos y manipulan a las sociedades. Lo hacen construyendo discursos y noticias falsas y tendenciosas legitimadas por ellos mismos para su aceptación social. Son empresas multinacionales que solo representan sus intereses siendo uno de sus objetivos principales la descalificación y debilitamiento del Estado. En varios estudios de estos fenómenos, se estableció que la desinformación actúa como mecanismo de sometimiento de las masas al banalizar los hechos más abyectos provocando la deshumanización de las sociedades. Respecto a las redes sociales, los elementos tecnológicos que las gestionan se programan a través de algoritmos, bots virtuales y humanos llevan al individualismo y conflictos sociales horizontales condicionando la interacción entre personas. Medios como la televisión o las redes han ido modificando las formas de relacionarnos potenciando la deshumanización de las sociedades las deja inermes y expuestas a los velados propósitos de explotación y expoliación del capitalismo en su versión más cruenta produciendo guerras, pobreza estructural, violencia y corrupción de las clases dirigentes. Problemas presentes en todo el mundo derivados de la falta de empatía y respeto por la dignidad humana, individual y colectiva. Volver al humanismo “La deshumanización es una expresión de la alienación y dominación, es la distorsión de la vocación de humanizarnos. La humanización, por el contrario, es un proyecto emancipador que exige procesos de transformación, de modificación de la realidad, siendo ésta una forma de experimentar lo que significa ser personas. (Guiso,1996). Esta situación político-social promueve conductas xenófobas y discriminatorias las cuales se perciben naturales. Esto genera experiencias políticas autoritarias como las recientes experiencias recientes y actuales como los casos de Colombia, Bolivia, Perú, Argentina, Bolsonaro en Brasil, Ecuador, etc. posibilitando el ascenso e ingreso de “partidos políticos” de neto corte neofascistas y violentos, usufructuando el desánimo y desinterés político de los pueblos que responsabilizan a las “nuevas castas” dirigenciales de sus frustaciones. Estas opciones electorales se llevan por delante los valores básicos democráticos como ser la tolerancia y respeto. Ante este estado de situación, se hace imprescindible el volver a “humanizar” las sociedades a través de la educación y formación otorgándoles a las personas las herramientas indispensables para elaborar su capacidad de análisis y pensamiento crítico. Se vuelve necesario procurar un objetivo y función humanística (no sólo material) a las tecnologías y plataformas de la información y comunicación. Por todo lo descripto surge la Doctrina Peronista como el recurso más eficaz para revertir este proceso, siendo que el humanismo peronista no es meramente una especulación intelectual al no estar separado de la vida del Pueblo y al ser práctico y concreto produciendo realizaciones individuales en un marco de Realizaciones Colectivas. Concluyo con las citas de Perón referidas a este tema: "Si hay algo que ilumine nuestros pensamientos, que haga perseverar en nuestra alma la alegría de vivir y actuar, es nuestra fe en los valores individuales como base de redención, y nuestra confianza de que no está lejos el día de que sea una persuasión vital el principio de que la plena realización del "yo", el cumplimiento de sus fines más sustantivos, se halla en el bien general". (Perón, en el Congreso de Filosofía de Mendoza, abril 9 de 1949). "Las Patrias se salvan o se hunden por la acción de su Pueblo. Los hombres que tenemos la responsabilidad del gobierno, sin el Pueblo somos ineficaces, inoperantes e intrascendentes". (Perón, en Plaza de Mayo, abril 15 de 1953). Carlos Blasco Firenze marzo de 2023.
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