En Argentina, la protección social garantiza un piso de estabilidad socioeconómica a amplios sectores de la población atravesados por la volatilidad macroeconómica y las recurrentes crisis.


En este contexto, el oficialismo tenía la intención de eliminar la actualización automática de las asignaciones familiares como así también de la Asignación Universal por Hijo (AUH), aunque finalmente el capítulo que contenía esas modificaciones no prosperó.


Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) muestra que, sin la AUH, la Prestación Alimentar y el Plan 1.000 Días, la tasa de indigencia saltaría del 6,9% al 12,6%, lo que representa un incremento del 82%. Estas políticas alcanzan actualmente a 7,4 millones de personas y representan cerca del 1% del PBI.


La política social a lo largo del tiempo


A valores constantes de septiembre de 2025, el informe expone una realidad no tan conocida de la política social de los últimos años, al comparar los resultados obtenidos en el nivel de ingreso real que los distintos gobiernos sostuvieron en la economía de los beneficiarios.


La AUH, la Tarjeta Alimentar y el Apoyo Alimentario del Plan 1.000 Días alcanzan a 7,4 millones de personas y representan el 1% del PBI


El análisis de la AUH, columna vertebral del sistema no contributivo, indica que el promedio de poder de compra más bajo se registró durante el gobierno del Frente de Todos (2019-2023), con un valor (siempre en términos medios) de $84.453. Esta caída se debió a una aceleración inflacionaria que las fórmulas de movilidad no lograron empardar. A fines de 2023, la AUH alcanzó su mínimo histórico, perforando el piso de $60.000.


En contraste, el promedio de valor real más alto para la AUH se registró durante la gestión de Cambiemos (2015-2019), alcanzando los $105.312. Aún sin igualar ese monto, la actual gestión de gobierno logró prácticamente empardar ese récord, con un promedio de $104.752.


Evolución del valor real de la AUH, Prestación Alimentar y “Plan 1.000 días”, 2009-2025, a valores constantes de septiembre de 2025 


La recuperación reciente de la AUH se explica fundamentalmente por un aumento discrecional del 100% a principios de 2024 y por el cambio de fórmula a una actualización mensual en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que eliminó el 'efecto serrucho' que erosionaba los ingresos, frenando el deterioro ininterrumpido experimentado entre 2019 y 2023.


Por otro lado, la Prestación Alimentar (ex Tarjeta Alimentar), que fue creada en 2019, tuvo su época dorada bajo el mandato del Frente de Todos, con un poder de compra promedio de $147.943. Esta herramienta de la política pública fue una pieza clave de la estrategia del gobierno nacional para compensar la caída de la AUH mediante transferencias directas de alto impacto inicial.


A fines de 2023, la AUH alcanzó su mínimo histórico, perforando el piso de $60.000, considerado a valores constantes a septiembre de 2025


Distinta situación se da en la gestión de la Libertad Avanza: mientras, por un lado, recompuso la AUH; por otro, contribuyó al deterioro de la Prestación Alimentar. El poder de compra promedio de la actual administración cayó a $101.577. Al depender de aumentos discrecionales y no estar atada a una fórmula automática, la Prestación Alimentar sufre un deterioro sostenido frente a la inflación. De hecho, perdió casi un 30% de su poder de compra respecto al promedio correspondiente al período 2019-2023.


La tercera pieza clave de la protección social es el apoyo alimentario del 'Plan 1.000 Días'. Durante el gobierno de Alberto Fernández, esta prestación fue marginal, con un valor promedio de apenas $9.513, sufriendo una severa erosión.


Bajo la administración actual, esta partida experimentó un salto cualitativo. Tras un aumento nominal del 500%, instrumentado por el Ministerio de Capital Humano en 2024, el valor real promedio trepó a $24.755. Además, se indexó su valor a la inflación mensual.


Valor real de las prestaciones sociales por gobierno. Valores constantes a septiembre de 2025


El gobierno actual parece haber optado por un cambio de composición en la canasta de asistencia social: fortalecer la asignación universal (un derecho garantizado por ley) en detrimento de los complementos alimentarios discrecionales.


Los datos desagregados por Presidencia demuestran que la protección social en Argentina no es una línea recta ascendente, sino un campo de batalla presupuestario donde cada administración elige qué instrumento priorizar y cuál dejar caer. Mientras los gobiernos de Cambiemos y de la Libertad Avanza priorizaron el valor real de la AUH, el de Frente de Todos apostó a la Tarjeta Alimentar. En el medio, los beneficiarios dependen de que la 'lógica transicional' entre los distintos gobiernos no se convierta en una trampa de pobreza permanente.


Para profundizar aún más en el tema, en el sitio de Fundación Éforo se encuentran publicados informes técnicos y ciudadanos.