El viernes por la tarde, asentada su postulación única a la jefatura nacional del PJ luego de la impugnación sin retorno de la lista de Quintela, la exmandataria puso manos a la obra y ensayó un acercamiento a su otrora contrincante con una invitación a fumar de la pipa de la paz. La convocatoria estaba fechada para este lunes, con sede en el Instituto Patria porteño, y se descontaba la participación de ambos dirigentes en el cónclave para una eventual foto de unidad que lograra descontracturar una interna feroz. Pues no.

El Gobernador de La Rioja se pasó el fin de semana pensando. Su entorno deslizó que estuvo “sin señal”, como reportaron esta jornada diversos medios de tirada nacional, y que por eso no atendió ni le devolvió la llamada a la expresidenta. Finalmente, Quintela decidió rechazar el encuentro: primero buscará dialogar con los dirigentes de su espacio para descifrar los pasos a seguir ahora que quedó formalmente afuera de la carrera electoral del PJ, eclipsado por una CFK cuya popularidad no saca el pie del acelerador.

Para peor, el Gobernador riojano viajará a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) esta noche, pero no tendrá como destino el Patria sino una actividad partidaria propia. Lejos de ser la excepción, esta reunión fallida es la regla en una serie de citas que terminaron en desencuentros: por caso, aquella invitación de la expresidenta a Quintela cuando ambos se mantenían todavía en carrera electoral para mantener una reunión en el Patria y potencialmente confluir en una lista de unidad; cónclave que, igual que este, no se concretó jamás. El tiempo dirá si lo de este lunes es una simple postergación o si es una tajante suspensión de la cumbre.