Si bien a finales del año 2022 se dictaminaron en el anexo del Congreso de la Nación dos proyectos de Ley de Humedales, de mayoría impulsado por la oposición y el de minoría oficialista, todavía no hay una fecha concisa para que alguno sea tratado en el recinto.

De todas maneras, los dictámenes tienen estado parlamentario durante todo 2023, así que se espera obtener la media sanción en Diputados, para que finalmente llegue a Senadores.

“Se destaca como hecho histórico que finalmente la Cámara Baja, que siempre mostró desinterés en impulsar la Ley de Humedales en los más de diez años de historia que esta norma tiene, haya dictaminado”, afirma Ana Di Pangracio, directora de Biodiversidad de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales (FARN), en comunicación con El Auditor.info.

Estos ecosistemas, que hoy ocupan el 21,5% del territorio argentino, continúan degradándose cada año, a pesar de lo esencial que resultan para revertir la crisis ecológica y climática. Además de los incendios, hay otras afectaciones que los destruyen a lo largo del país, como por ejemplo, la agricultura y ganadería industrial, el desarrollo inmobiliario y la mega-minería.

“Argentina se debe una Ley que ayude a poner fin a la falta de control en la degradación de humedales, para promover un proceso de ordenamiento ambiental y para ratificar un inventario nacional de humedales que permita contar con información científica importante para la tomas de decisiones”, enfatizó Di Pangracio. Además, la directora expresó que es momento de que se impulse y se construyan “consensos políticos necesarios entre bloques parlamentarios que protejan al bien común”. 

Lema 2023

Todos los años, la Convención Ramsar, selecciona un tema central para celebrar esta efeméride. Para el 2023 optó por “revitalizar y restaurar los humedales degradados”. De esta manera, se pretende visibilizar la importancia de la protección y restauración de estos territorios naturales para que continúen brindando beneficios al planeta. Se estima que los humedales constituyen uno de los ecosistemas más afectados por el rápido crecimiento poblacional, desarrollo tecnológico y productivo y por el consumo insostenible.