La estimación parte de la base que esos campos quedarán fuera de la producción en las actuales campañas.
Iturriaga detalló que la superficie anegada se reparte en 2,25 millones de hectáreas agrícolas y 2,25 millones de hectáreas ganaderas, con costos directos de US$ 466 por hectárea en agricultura y US$ 50 por hectárea en cría.
Asimismo, estimó márgenes brutos de US$ 400 por hectárea agrícola y US$ 180 por hectárea ganadera.
El producto indicó que realizó estos cálculos a partir de los costos directos publicados en Márgenes Agropecuarios y de los márgenes brutos de maíz, soja, girasol y cría.
Su cuenta contempla dos efectos simultáneos: por un lado, US$ 1161 millones de inversión no realizada y, por otro, US$ 1305 millones de margen bruto que queda en suspenso, lo que lleva al impacto total estimado de US$ 2466 millones.
Asimismo, extendió su análisis: “Lo que no se invirtió por estar tapado de agua no es plata que pierde el productor: es plata que pierde el de la estación de servicio por el gasoil que no vendió, el que vende insumos, el contratista. Es plata que no se invirtió en el pueblo y también plata que no va a haber en el pueblo para invertir de vuelta el año que viene”.


