La cuestión de los precios fue una clave de la reunión que sostuvo Caputo con los supermercadistas. El Gobierno logró una mejora en la competitividad cambiaria, que en la previa a salir del cepo reflejaba un atraso cambiario acuciante, y por ahora sin un impacto inflacionario significativo. El propio Caputo afirmó que desde Economía vienen previendo un IPC del 3% en abril, todavía muy alto, pero por debajo del 3,7% de marzo. Aunque desde el discurso oficial la inflación solo depende de la dinámica monetaria, Caputo insiste ahora en el ancla cambiaria, evitando ponerle un piso alto al dólar mediante la compra de reservas, y avanza en reuniones con el sector del consumo masivo.
A la relevancia suprema de la desinflación, acentuando el escenario de apreciación cambiaria, lo subrayó el director del BCRA e integrante clave del equipo económico, Federico Furiase, en un evento de AdCap en el Hotel Alvear: “El objetivo principal de corto plazo es bajar la inflación, aún cuando eso implique demorar la acumulación de reservas.”
A través de un comunicado, Economía afirmó: “El ministro de Economía, Luis Caputo, encabezó este martes en el Palacio de Hacienda un encuentro con representantes de las principales cadenas de supermercados de la Argentina, en donde se dialogó sobre el programa económico que está llevando adelante el Gobierno”. Y sumó: “Remarcó que no hay razones macroeconómicas para que la Argentina tenga inflación”.
Además agregó: “Los representantes de los supermercados afirmaron que no están convalidando aumentos de precios y plantearon la necesidad de fomentar la competencia, mientras que el Titular de Economía expresó que su equipo económico está abierto para que sugieran las propuestas que consideren necesarias. Estuvieron presentes representantes de Carrefour, Cencosud, Chango Más, Coto, Día, y de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU)”.
Obligado a devaluar por pedido del FMI, el Gobierno busca ahora minimizar esa suba del dólar con un ingreso de oferta de divisas que lleve a la cotización al piso, mientras busca convencer a las empresas de que no remarquen por la depreciación hasta acá observada (la suba del dólar A3500 ya es del 11,6% y por ende la devaluación del peso fue del 10,4%).