En su estudio titulado “Hacia un sector agroalimentario más competitivo, inclusivo y resiliente”, el BM señaló que el sector agroalimentario argentino estuvo estancado durante los últimos 10 años, mientras que sus competidores continuaron creciendo. La advertencia del organismo financiero se enfoca en las políticas "distorsivas" que afectan la competitividad de Argentina en el mercado global.
"Hay políticas generales y específicas que son distorsivas y generan cambios de situación. A nivel impositivo, se destaca la carga tributaria sobre las exportaciones, los impuestos a los ingresos brutos y las trabas para exportar e importar, que generan distorsiones en el sector y desincentivan la inversión y los rendimientos. Aunque el sector sigue generando, las desventajas competitivas le van poniendo trabas", se señaló en el informe.
El informe también repasó distintos factores que afectan negativamente a la economía, incluyendo la influencia de los desastres climáticos. El Banco Mundial advierte: "Si no se implementan medidas de adaptación, los daños causados por las inundaciones podrían reducir el PIB en un 0,5% anual para 2060, y las sequías persistentes podrían provocar una disminución del PIB de un 4% anual para 2050".
A pesar de estos desafíos, los voceros del Banco Mundial creen que Argentina tiene la posibilidad de salir del estancamiento y potenciar sus exportaciones. Para lograrlo, se recomiendó fomentar la "competitividad agroalimentaria y los rendimientos económicos", la "inclusión socioeconómica" y la "resiliencia y sostenibilidad ambientales".