Este impacto se produce a pesar de la desaceleración fuerte del aumento de los precios y que todas las consultoras anticipan un dato de desinflación cuando el Indec dé a conocer el dato oficial de mayo esta semana.

El dato implica un corte en  mediciones positivas y una profundización en la merma del ritmo que viene exhibiendo el registro mensual desde el alza del 25,5% de enero, para luego marcar un 24% en febrero, un 10,5% en marzo, un 3,7% en abril y la baja del 2,9% de mayo. Así, las ventas acumulan un aumento del 11% en lo que va del año.

En la comparación mensual desestacionalizada, el Índice de Ventas Minoristas Pymes arrojó que los comercios registraron un nuevo descenso en el consumo del 0,7% en el quinto mes del año frente a abril, acumulando dos meses consecutivos de caídas.

Las causas de caída del consumo

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió que el comercio minorista atraviesa un escenario de retracción de la actividad y menor dinamismo, en un contexto marcado por la pérdida de poder adquisitivo, ajustes de precios y una creciente competencia con canales online e informales.

Según el relevamiento difundido por la entidad, en mayo se registró una caída en la circulación en centros comerciales y un comportamiento más medido por parte de los consumidores, lo que impactó directamente en el desempeño de varios rubros clave del consumo.

“En los últimos meses, la actividad comercial experimentó una leve retracción, en un contexto caracterizado por una menor disponibilidad de recursos, ajustes de precios y mayores exigencias operativas”, indicaron desde CAME.

En ese sentido, señalaron que rubros como alimentos y bebidas, calzado, bazar, ferretería e indumentaria son los más afectados, mostrando un consumo más selectivo, limitado por la falta de crédito, la inflación y la competencia informal o externa.

Pese a los intentos de adaptación con ventas online, promociones o esquemas de financiamiento, muchos comerciantes optan por liquidaciones anticipadas o reducen sus inversiones ante la incertidumbre económica. Solo algunos sectores, como el de farmacias, logran mantener cierta estabilidad gracias a estrategias digitales o de fidelización.