"Soy consciente de que quien habló ayer no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino. España y Argentina son dos países hermanos, cuyos pueblos se quieren y respetan. Entre los gobiernos los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable”, señaló Sánchez, en su primera manifestación pública en medio del choque diplomático, en una intervención de un foro organizado por el diario Cinco Días.
Para Sánchez, Milei "no ha estado a la altura con sus declaraciones", pero, según los medios españoles, las palabras del presidente argentino permiten a Sánchez y al Gobierno ratificar su mensaje ideológico en esta ya campaña europea, donde plantean la contienda como una lucha para frenar el avance de la ultraderecha.
De ahí a que inserten en un mismo pack a PP y Vox y planteen el voto como una disyuntiva de ellos o nosotros. "Lo que vimos ayer en Madrid -en alusión al acto de Vox-, sí habla del riesgo de lo que representa esta internacional ultraderechista para una sociedad como la nuestra", dijo.
Además, Sánchez realizó una apelación directa a Santiago Abascal, líder de Vox: "Lo que vimos ayer en boca de Abascal fue una apelación explícita a la violencia política. Decir que hay que sacar a patadas y gorrazos a un gobierno legítimo es antidemocrático y exige una condena rotunda por parte de todas las fuerzas políticas, los medios de comunicación y el conjunto de la sociedad".
En concreto, el líder de Vox hizo esta alusión en un momento de su discurso en el que arremetía con el PP, al que calificó de "derechita cobarde y estafadora" por no colaborar en "echar a patadas y correr a gorrazos" al PSOE, al que, según su visión, "mendigan cualquier pacto".
"En esa exigencia de disculpas, el que primero debe disculparse es Abascal y Vox, por haber jaleado y reírse de esos insultos, y el PP, que una vez más se equivoca cuando escoge ser oposición cuando ayer era un día para ser España", expresó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.