'Esto es lo que se ha transmitido a los acreedores, quienes sin embargo optaron por interrumpir el diálogo y discontinuar los intercambios restringidos', señalaron desde la cartera de Hacienda bonaerense. 


Además, expresaron que necesitan 'condiciones sostenibles para su deuda a fin de atender a las enormes necesidades sociales de sus habitantes, independientemente de las soluciones que encuentren otras provincias. Esta es una solución que requiere de dos partes, la Provincia sola no puede resolverlo sin la voluntad de los acreedores que hoy parece no estar, desde que se retiraron con el argumento que a la provincia de Buenos Aires se le está cediendo más que al resto de las provincias. Cada provincia tiene distintas necesidades y distinta estructura de deuda. La comparación que están haciendo denota, en todo caso, desconocimiento de esas realidades'


La gestión Kicillof mostró su fastidio con la actitud de los bonistas al manifestar que 'más allá de esta falta de aportes constructivos, cuando la Provincia planteó la necesidad de abordar las diferencias que aún persisten, que tienen impacto sobre el resultado, y que requieren de una discusión, los acreedores se negaron a extender las conversaciones restringidas, planteando que no había margen alguno para seguir conversando'.


Por último, señalaron que han mostrado 'voluntad de trabajar las diferencias que aún persisten, pero no tuvo respuesta de los acreedores que pidieron discontinuar las conversaciones restringidas. La Provincia sigue abierta al diálogo y a encontrar una solución consensuada'.