Observemos la realidad con datos ciertos y concretos: revisando las políticas educativas del peronismo, surge que en contrario a lo que instaló la oligarquía antipopular, el peronismo produjo enormes hechos materiales y simbólicos a la educación argentina.

En los gobiernos peronistas del año 1945 al año 1955, se realiza la creación en el año 1949 del Ministerio de Educación área que desde 1854 hasta ese año funcionaba en la órbita del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.

Respecto a la cuestión del analfabetismo, señalo la creación de escuelas nocturnas con el objeto de posibilitar la educación inicial a cientos de jóvenes y adultos analfabetos marginados del sistema educativo y que, por las necesidades económicas de sus hogares cumplían extensas jornadas laborales. La ampliación del horario nocturno, posibilitó la alfabetización y educación primaria a cientos de personas. Además, se crean comedores escolares, hogares escuelas, misiones monotécnicas dirigidas a los sectores rurales, integrando al sistema a los grandes olvidados sociales.

Todo esto se posibilitó a partir del incremento presupuestario otorgado a ese Organismo, el cual quintuplicó la histórica partida otorgándole así la jerarquía que impulsó el gobierno peronista.

A partir de la ley “Simini” legislada en el año 1946, se formaliza la obligatoriedad del Jardín de Infantes implementándose a través de 1000 jardines de infantes en todo el país y más de 8000 escuelas en todo el territorio de la República Argentina.

De acuerdo a su visión inclusiva y comunitaria, articula la cuestión social con la educativa con la creación de escuelas de policlínicos, cuyo objeto era el de dar educación a niños y jóvenes que cursaran enfermedades en esas edades.

Focalizando su gestión en la capacitación laboral, se fundan en todo el país 298 establecimientos denominados escuelas-fábricas a las cuales concurrían jóvenes entre 14 y 18 años con estudios primarios completos. Iniciativa que contó con la amplia colaboración de las pequeñas y medianas empresas que comenzaban a crecer en la economía argentina.
Esta acertada iniciativa iba en sintonía con la pujanza de la industria nacional y su necesidad de contar con técnicos y obreros especializados.

Para completar la formación integral del pueblo, se crea la Universidad Obrera Nacional, institución destinada a la formación universitaria y profesional de la clase trabajadora, con la particularidad de que sus clases se dictaban en horario vespertino para posibilitar la jornada del trabajador.

En el año 1949 Perón dictamina una de las políticas de vanguardia social más resonantes como fue la quita de los aranceles universitarios.

A tal efecto, el presidente Perón expresa: «Normalmente en la República Argentina, en nuestra época, había cuatro millones de población estudiantil. De esos cuatro millones solamente trescientos mil (300.000) hacían los estudios secundarios, de manera que, de la escuela primaria que era obligatoria, a la escuela secundaria ya había un descarte de tres millones setecientos mil (3.700.000). De esos iban a la universidad nunca más de cien mil (100.000), de manera que, ya en este en esa tapa había otro descarte doscientos mil (200.000) (…) era un crimen que estuviéramos seleccionando materia gris en círculos de cien mil (100.000) personas cuando lo podíamos seleccionar en cuatro millones (4.000.000).»

En lo que concierne a los ciclos gubernamentales de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, se verifica una continuidad con ese eje fundamental de la política del justicialismo. Así entonces podemos enumerar los siguientes hitos:

En el año 2003, se lanzó el Programa Nacional para la Inclusión Educativa (PNIE) y, dentro de él, tuvieron lugar las siguientes iniciativas:

• Todos a Estudiar (2004): Reingreso a la escolaridad de jóvenes de hasta dieciocho años.
  • Volver a la Escuela (2005): Reingreso a la escolaridad de niños y adolescentes de entre seis y catorce años.
  • PNIE Rural (2006): Para niños/as y jóvenes de escuelas rurales con sobre edad.
  • PNIE Judicializados (2006): Para niños/as y jóvenes bajo la tutela judicial.
  
  Durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, en 2007, se crea el Instituto Nacional de Formación Docente, con el objeto de llevar adelante la tarea de planificar, desarrollar e impulsar las políticas para el sistema de educación superior de formación docente inicial y continua.
  
  En el año 2008 se crea el plan FINES, destinado a los jóvenes y adultos que no hubiesen terminado la educación primaria o secundaria. El programa aportó a las Argentina, más de quinientos mil (500.000) egresados.
  
  En el siglo XXI, las nuevas tecnologías son pilares fundamentales en la educación, hasta es difícil hablar de educación en términos reales, si no se accede a las herramientas tecnológicas necesarias. En ese sentido, el plan «Conectar Igualdad», en 2010, garantizó a más de cinco millones (5.000.000) de alumnos de todo el país, el acceso a la tecnología para complementar su proceso educativo.
  
  Por otra parte, y con el objetivo de acompañar las trayectorias educativas de los alumnos, se lanzaron las Becas PROGRESAR, vigentes en la actualidad, para brindar apoyo económico a los estudiantes de todos los niveles educativos que lo requieran. Insisto con que la igualdad no debe ser declarativa, sino real y efectiva.
  Como conclusión, lo expuesto otorga sentido (realidad efectiva) a aquello de que los gobiernos justicialistas impulsan integralmente la “movilidad social ascendente”, en este caso a partir de la formación y capacitación del pueblo argentino.

Fuente consultada: olegislar.org

Carlos Blasco

Diciembre 2024