Antes de la campaña electoral, el cuartel general de la OTAN está tramando planes para una campaña masiva de desprestigio para socavar la credibilidad de Zelenski«, dijo.
Por lo tanto, según el SVR, el plan es «hacer pública la información de que el ‘presidente’ y su círculo íntimo han malversado más de 1.500 millones de dólares de fondos destinados a comprar municiones». Además, según se informa, el plan incluye «exponer un esquema en el que los pagos destinados a 130.000 soldados ucranianos caídos, que siguen figurando oficialmente como personal en servicio activo, han sido canalizados al extranjero por Zelenski y sus asociados», dijo el SVR. «También planean bajar el telón de los repetidos casos de participación del ‘comandante en jefe supremo ucraniano’ en la venta de grandes cantidades de armas y vehículos donados por Occidente a varios grupos armados en países africanos».
Así, «incluso la OTAN se da cuenta de que el tiempo de Zelenski se ha acabado. Es simplemente lamentable que esta realización se haya producido a costa de la vida de cientos de miles de ciudadanos ucranianos», afirmó.
Congelar el conflicto
«Los líderes de la OTAN quieren preservar a Ucrania como un bastión antirruso a toda costa», declaró el servicio de inteligencia. «Su objetivo es ‘congelar’ el conflicto guiando a las partes beligerantes hacia el diálogo sobre el ‘comienzo de su solución'».
«Washington y Bruselas parecen estar de acuerdo en que el mayor obstáculo para esto es Zelenski, quien, a puertas cerradas, está siendo llamado ‘peso muerto’ en Occidente«, explicó el SVR, y agregó que Bruselas está convencida de que el ejército ucraniano «muy pronto no podrá contener la creciente embestida del ejército ruso».
«Con la llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos, existe una creciente incertidumbre sobre la continuación de la asistencia militar de Occidente a Kiev«, agregó. Se acabaron, por lo visto, los tiempos en que Zelenski tenía aceitadas sus relaciones con Estados Unidos a través de Joe Biden.